Plata. Eso es lo que falta para resolver el conflicto entre la Municipalidad y los trabajadores, según el secretario de Gobierno, Horacio Ghirardi. “Aquí no se trata de voluntad o creatividad; falta plata para resolver este conflicto”, dijo el funcionario, que otra vez no descartó pedir la intervención de la provincia –que como mediador podría dictar la conciliación obligatoria para frenar los paros que vuelven desde la semana próxima–, aunque volvió a remarcar que el gobierno de Miguel Lifschitz prefiere la negociación directa con el gremio.
La cuestión es que quedan pocos días para el paro de 72 horas que el Sindicato de Trabajadores Municipales iniciará el miércoles y el margen de negociación de achica. El gremio pide el diez por ciento de aumento retroactivo a diciembre, la Municipalidad, en la oferta de ayer, propuso pagarlo desde febrero. ¿Llegará en estos días una propuesta de pagar el incremento con los sueldos de enero?
Seguramente por allí pasará el intento por saldar la cuestión desde la Municipalidad, que apuesta a volver a reunirse con el gremio en las próximas horas. Si esta eventual nueva negociación fracasa, ahí sí aparecerá la intervención del Ministerio de Trabajo provincial como una posibilidad más firme.
Fue Ghirardi quien este jueves, en dialogo con el periodista Sergio Roulier en el programa Tempranísimo, de Radio 2, abrió la puerta a una nueva instancia negociadora a pesar de sus críticas al Sindicato de Trabajadores Municipales. “No entendemos esta actitud de dureza, de cerrazón, de complicar las negociaciones. Estamos decepcionados, pero sin cerrarnos al diálogo, porque esto está complicando mucho el funcionamiento de las oficinas municipales y los centros de distrito que están abarrotados por los expedientes que se atrasan”, afirmó.
Además, repitió que los municipales tuvieron en los últimos dos años una recomposición del 60 por ciento.
Sobre la intervención de la provincia, insistió en que “no se descarta ese escenario”, pero tampoco lo ve como una solución duradera, porque “lo único que vamos a hacer es cambiar de mesa” de negociación.
Claro que si el nuevo paro se vuelve irreversible, la posibilidad de una conciliación obligatroria que lo evite sería visto de otra forma por los funcionarios de una Municipalidad que hoy por hoy sufre ya un desgaste importante por los días de inactividad acumulados por la seguidilla de medidas de fuerza.
La cuestión es que quedan pocos días para el paro de 72 horas que el Sindicato de Trabajadores Municipales iniciará el miércoles y el margen de negociación de achica. El gremio pide el diez por ciento de aumento retroactivo a diciembre, la Municipalidad, en la oferta de ayer, propuso pagarlo desde febrero. ¿Llegará en estos días una propuesta de pagar el incremento con los sueldos de enero?
Seguramente por allí pasará el intento por saldar la cuestión desde la Municipalidad, que apuesta a volver a reunirse con el gremio en las próximas horas. Si esta eventual nueva negociación fracasa, ahí sí aparecerá la intervención del Ministerio de Trabajo provincial como una posibilidad más firme.
Fue Ghirardi quien este jueves, en dialogo con el periodista Sergio Roulier en el programa Tempranísimo, de Radio 2, abrió la puerta a una nueva instancia negociadora a pesar de sus críticas al Sindicato de Trabajadores Municipales. “No entendemos esta actitud de dureza, de cerrazón, de complicar las negociaciones. Estamos decepcionados, pero sin cerrarnos al diálogo, porque esto está complicando mucho el funcionamiento de las oficinas municipales y los centros de distrito que están abarrotados por los expedientes que se atrasan”, afirmó.
Además, repitió que los municipales tuvieron en los últimos dos años una recomposición del 60 por ciento.
Sobre la intervención de la provincia, insistió en que “no se descarta ese escenario”, pero tampoco lo ve como una solución duradera, porque “lo único que vamos a hacer es cambiar de mesa” de negociación.
Claro que si el nuevo paro se vuelve irreversible, la posibilidad de una conciliación obligatroria que lo evite sería visto de otra forma por los funcionarios de una Municipalidad que hoy por hoy sufre ya un desgaste importante por los días de inactividad acumulados por la seguidilla de medidas de fuerza.


