Un chico mendocino que a los 14 años tuvo un hijo con su maestra particular de 23 contó en una entrevista con el diario Clarín que en en la calle y que pidió un análisis de ADN para confirmar su paternidad.

“Me hizo un hombre de golpe. Cuando me explicaba las materias, me hacía caricias en la entrepierna, me hablaba al oído para excitarme. Yo no sabia ni cuidarme (usar preservativo). A esa edad tendría que haber estado jugando a la pelota con mis amigos”, comenzó el relato el chico, que pidió que no se revelara su identidad y hoy ya tiene 17 años.

Que se hiciera pública su historia, dijo, lo perjudicó: “Me miran, se ríen, me hacen burlas. No quería que se conociera esta historia”.

La historia se conoció después de que la Justicia absolviera a Vanina Alexandra Vélez ante la denuncia en su contra por abuso sexual agravado.

“Haberla conocido me hizo perder una gran etapa de mi infancia. Ella me decía que siempre iba a ser mi nena, que estaríamos juntos. Fue mi primera vez con una mujer. Me volví loco, me enroscó. Fue un infierno”, siguió el relato el joven. Ahora la niña tiene 3 años: “No se me parece, es rubia de ojos claros, y yo soy morocho”.

Y concluyó: “Si soy el padre de esa nena, voy a darle todo el cariño que se merece. Pero si no, a ella (la maestra) le voy a hacer pagar todo el daño que me hizo. Me arruinó la vida”.