Un equipo internacional de investigadores ha logrado “resultados sorprendentes” en el campo de la percepción visual. Mediante la aplicación de estimulación magnética transcraneal (EMT) a personas sanas (una técnica no invasiva de estimulación cerebral), los científicos consiguieron mejorar las capacidades visuales de los voluntarios sometidos a las pruebas. Estos resultados podrían resultar beneficiosos para personas con determinadas disfunciones visuales, afirman los científicos.

Concretamente, los investigadores descubrieron que, tras la estimulación magnética de un área del hemisferio derecho del cerebro involucrada en la consciencia perceptiva y la orientación de la atención espacial, aumentaba la capacidad de los sujetos para percibir el objeto que aparecía en una pantalla.

El procedimiento no requiere cirugía alguna, ya que se basa en la EMT, que es totalmente no invasiva y utiliza campos magnéticos para estimular las células nerviosas del cerebro.

La EMT se utiliza en el tratamiento de varias disfunciones neurológicas y psiquiátricas como el Parkinson o la depresión. Además de su aplicación anterior, los científicos han estado investigando también su potencial para mejorar determinadas funciones cerebrales en personas sanas.

El equipo se centró en la parte del hemisferio cerebral derecho conocida como el campo ocular frontal (FEF) para llevar a cabo su estimulación magnética. A pesar de no constituir un área visual primaria, se ha constatado que participa en la planificación de los movimientos ópticos y en la orientación de la atención de cada individuo en su espacio visual.

Si bien los efectos son temporales, se observó que la agudeza visual de personas sanas mejoraba un 12 % detrás someterlas a pulsos únicos de EMT.

Estos pulsos magnéticos tenían una duración de entre 80 y 140 milisegundos (un milisegundo equivale a una milésima parte de un segundo). A modo de comparación, la velocidad media del obturador de una cámara es de ocho milisegundos, mientras que una mosca tarda 3 milisegundos en batir sus alas.

Esto significa que, a pesar de que la visión de un adulto humano sano ya funciona de manera eficaz, todavía se puede mejorar con la aplicación de la EMT. Los investigadores matizan que las mejoras fueron de breve duración, razón por la quieren continuar explorando la posibilidad de utilizar EMT de forma repetitiva en vez de pulsos únicos, para verificar si fuera posible lograr cambios duraderos en la actividad cerebral.

Por el momento manifiestan con orgullo que han probado también que la actividad del campo ocular frontal (FEF) derecho orientada previamente es realmente necesaria en la percepción consciente y que su manipulación no invasiva mediante la EMT puede inducir mejoras relevantes en la sensibilidad perceptiva visual.

Fuente: Cordis Europa