La transformación en mujer mediante la cirugía en clínicas especializadas de Tailandia, popular destino del extranjero que quiere cambiar de sexo de forma más rápida y barata que en su país, será mucho menos sencilla a partir de noviembre.

Cada año en Tailandia, un promedio de 30.000 hombres, muchos de ellos europeos, estadounidenses y australianos, pasan por las consultas de los especialistas tailandeses con el deseo de cambiar de sexo y ser mujer, según los datos que manejan las clínicas de este país, pioneras en algunas técnicas de la cirugía plástica.

Aunque la factura derivada del complejo proceso de intervenciones quirúrgicas y cuidados continuará siendo hasta cuatro veces menor que la que supone hacerse esos cambios físicos en Europa, la fase de evaluación psíquica del paciente durará más tiempo y tendrán que cumplirse unos requisitos que no eran imprescindibles.

"No se trata de cambiar los criterios internacionales que se exigían hasta ahora, sino que vamos a garantizar que se cumplan incorporándolos a una ley", explicó a Efe el doctor Ittaporn Kanatcharong, vicesecretario general del Consejo de Médicos de Tailandia.

La nueva normativa, aprobada por el Parlamento, obligará a la persona que pretenda cambiar de sexo, e indistintamente de cual sea su nacionalidad, a aportar el dictamen positivo de dos psiquiatras, uno del país de origen y otro tailandés, a demostrar que vive como una mujer y que desde hace un año recibe tratamiento con hormonas.

Hasta ahora, en Tailandia, un proceso completo de cambio de sexo ha durado una media de dos años o menos, mientras que en los países de Occidente se alarga hasta cinco años o incluso más, según fuentes médicas tailandesas.

"Durante este tiempo de espera el paciente podrá preguntarse a sí mismo si realmente quiere ser una mujer o no. Si es así, los psiquiatras le permitirán someterse a la operación", indicó el doctor Panom Ketnam, del Colegio de Psiquiatras de Tailandia.

Estos requisitos previos al paso por el quirófano para ser mujer, fueron decididos por la Administración y el órgano regulador médico, con el fin hacerlo más riguroso y preservar la imagen internacional de la cirugía plástica tailandesa, amenazada por clínicas en las que se realizan operaciones quirúrgicas como la castración, sin examinar al paciente.

A raíz de que saltase el año pasado la denuncia sobre el creciente número de homosexuales, algunos menores de edad, que se sometían a la castración por "un precio reducido" en clínicas privadas para dar el primer paso hacia el cambio de sexo, las autoridades sanitarias tomaron carta en el asunto.

Mediante una circular enviada a los 16.000 centros médicos del país, el Ministerio de Sanidad amenazó con retirar la licencia y exigir penas de cárcel para los médicos que practiquen la cirugía de cambio de sexo "sin una rigurosa evaluación mental y física" del paciente.

La legislación que en unos días entrará en vigor, establece la creación de una comisión oficial médica que efectuará un seguimiento de los casos de cambio de sexo, y fija en 18 años la edad mínima para someterse a esa clase de intervención, aunque será precisa la autorización paterna para quienes no hayan cumplido los 20 años.

En Tailandia, donde la cirugía de cambio de sexo es una industria multimillonaria que compite con la de Singapur en atraer pacientes extranjeros, han proliferado las clínicas que ofrecen esta clase de servicio, particularmente, en Bangkok y la turística isla de Phuket, consideradas dos "mecas" del transexualismo desde hace una década.

La mayor parte de los hospitales tailandeses que cuentan con especialistas en operaciones de cambio de sexo, promocionan sus servicios por internet, que combinan con ofertas vacacionales para el periodo que al paciente se le hacen distintas pruebas.

Aunque en Tailandia no existe una estadística oficial de la cifra de operaciones quirúrgicas de cambio de deseo que se hacen cada año, los especialistas calculan que únicamente en Bangkok, la capital, se efectúan anualmente un promedio de 1.500, la mayoría en hospitales con certificación internacional de calidad.

Desde hace varios años, el Hospital Chulalongkorn de Bangkok, el primero del país que se preparó en esta especialidad quirúrgica, tiene siempre una larga lista de espera de personas, casi la mitad extranjeras, que han pedido consulta para conocer los detalles de una transformación en mujer, o bien, ya están en vía de serlo.

El coste tiene mucho que ver con la demanda de este servicio en Tailandia, donde una operación completa de cambio de sexo cuesta entre 7.000 y 10.000 dólares (4.752 ó 6.789 euros), frente a los 15.000 y 20.000 euros, que por ejemplo, vale en España.

Fuente: EFE