El concejal de Arroyo Seco que generó una polémica nacional por haber dicho que "hay que molerle los huesos a los pibes chorros” y que después se disculpó, ya supo ganar espacio en los medios por otro escándalo. El sábado 5 de marzo 2005 un test de alcoholemia le dio positivo en Rosario pero él no aceptó la sanción y se rehuso a entregar el auto. A los gritos, resistió durante doce horas que la grúa haga lo suyo y terminó denunciado por los agentes municipales por desobediencia.

La crónica periodística del día siguiente, cuenta que el hombre de métodos poco pedagógicos hacia los menores se sometió al control de alcoholemia en inmediaciones del Monumento a la Bandera a las 4.30.

Cuando los agentes le dijeron que el resultado había dado positivo -el alcoholímetro marcó 0,74 cuando el máximo permitido es de 0,50-, el edil Miguel Angel Coradini –que de él se trata toda esta historia- se encerró en su Ford Sierra y se negó a entregarlo.

El edil arroyense será duro para pedir sanciones para los pibes que cometen delitos pero no parece tan dispuesto a cumplir las que a él le corresponden. O al menos eso demostró aquella madrugada, cuatro años atrás, cuando dijo haber bebido sólo "un vino entre cuatro" cuando comió una pizza.

La historia aquella no se terminó allí. La grúa se llevó el auto con las dos parejas abordo hasta la comisaría 1ª y allí la pelea siguió un par de horas más.

Coradini no sólo esgrimió su cargo de concejal, sino que habría dicho ser amigo del entonces ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, y el subsecretario de Seguridad, Alejandro Rossi, según dijeron fuentes policiales a La Capital, diario que publicó la nota.  Sin embargo, el edil negó esto último.

Tanta fue la resistencia del concejal que terminó sin el auto pero con una causa por desobediencia en un juzgado correccional. Quizás por aquella judicialización de su caso, en el video que se difundió esta semana y que contiene sus declaraciones sobre la seguridad pidió además de “cagar a cintazos” a los menores que delinquen “molerle los huesos a los jueces”.  Lo cierto es que el concejal parece no tener paz y ser un verdadero un imán para los escándalos.