En un abierto desafío a las advertencias de la administración Bush, el gobierno de Corea del Norte lanzó tres misiles, uno de ellos de largo alcance que fue monitoreado por equipos de alta tecnología del ejército estodounidense. Como respuesta, la administración Bush activó su sistema de defensa antimisiles. Todo hace presumir que un nuevo conflicto comienza para la Casa Blanca. Los otros dos cohetes, de mediano alcance, cayeron en el Mar de Japón, a unos 500 kilómetros de la costa occidental de la isla japonesa de Hokkaido, al norte del archipiélago. Fuentes estadounidenses y japonesas en Tokio dijeron semanas atrás que ambos gobiernos están dispuestos, en caso de una prueba nuclear, a recurrir inmediatamente al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en caso de que Norcorea eventualmente lance un misil intercontinental. Ante el eventual ensayo de Pyongyang con un cohete intercontinental, la prensa norteamericana reveló que la Casa Blanca activó su sistema de defensa antimisiles. El Departamento de Defensa estadounidense se negó a confirmar o desmentir la versión del diario The Washington Times, que cita a fuente gubernamentales y afirma que el sistema pasó de "prueba" a "modo operativo" en los últimos días. El último lanzamiento de un misil de largo alcance por parte de Norcorea fue en 1998. El cohete pasó por encima de territorio japonés. En 2002, Corea del Norte y Japón acordaron una moratoria de pruebas misilísticas. Sin embargo, el régimen norcoreano declaró que no está obligado por la moratoria en materia de pruebas de misiles de largo alcance, lo que movilizó a Japón y Corea del Sur a cooperar para frenar los aparentes planes de Pyongyang de lanzar el misil.