Está previsto que en las próximas horas se reúna en Nueva York el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para examinar esta cuestión, sin precedentes por parte del régimen norcoreano, que ha puesto en alerta a la comunidad internacional. El nuevo lanzamiento se produjo a las 17.22 horas (08.22 GMT), casi catorce después de que Corea del Norte hiciera su primera prueba. Uno de los misiles lanzados esta mañana era un Taepodong-2, con un rango de acción suficiente como para alcanzar territorio continental de Estados Unidos. Según fuentes gubernamentales estadounidenses citadas por la agencia Kyodo, la prueba del Taepodong-2 fracasó y este misil no habría alcanzado la zona de impacto prevista en el mar, al fallar a los 40 segundos de ser lanzado. El resto de los misiles eran de medio alcance del tipo Scud o modificaciones Rodong de este cohete de origen soviético. Según el canal de televisión nipona NTV, que citó a fuentes del Ministerio de Exteriores japonés, el séptimo misil parece ser un Scud, de corto alcance. En declaraciones a la prensa tras conocerse el lanzamiento del séptimo misil, el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, mostró la necesidad de recurrir al diálogo para resolver el problema norcoreano, pero subrayó también la "firmeza" del Gobierno japonés para hacer frente a tales "provocaciones". "El diálogo y la presión son necesarios", explicó el primer ministro nipón. "Corea del Norte no adquiere ninguna ventaja, ni obtiene ningún beneficio con estas acciones, cualquiera que sea su intención", dijo Koizumi, quien todavía no ha hablado con Bush. Según Koizumi, "es preciso urgir a Corea del Norte para que respete la moratoria" que firmó en 1999 sobre el lanzamiento de este tipo de misiles. El portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow, condenó esta mañana la ofensiva lanzada por Corea del Norte y aseguró que el Gobierno del presidente George W. Bush "tomará todas las medidas necesarias" para proteger a Estados Unidos y sus aliados. Snow afirmó que, con este lanzamiento múltiple de misiles, "los norcoreanos se han aislado de nuevo a sí mismos". En Tokio, el Gobierno nipón convocó una reunión del Consejo de Seguridad Nacional e instituyó un Gabinete de crisis. Estados Unidos y Japón ya habían advertido a Corea del Norte de que podrían recurrir al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para la imposición de sanciones si llevaba a cabo el lanzamiento de un misil balístico cuyos preparativos había acelerado el régimen comunista en las últimas semanas. La respuesta surcoreana tampoco se hizo de esperar, con una condena tajante del paso dado por su vecino del Norte. "El lanzamiento de estos misiles empeorará las relaciones intercoreanas y contribuirá al aislamiento internacional de Corea del Norte", señaló el mensaje oficial leído por Suh Choo-suk, secretario presidencial de Seguridad y Política Exterior.