El sistema visual humano se adapta continuamente a los cambios en el entorno y a los que se producen en el propio ojo. Ahora un grupo de investigadores españoles ha confirmado que la corrección del astigmatismo mediante lentes también produce cambios adaptativos en la vista.

Las personas se adaptan tanto al emborronamiento producido por su astigmatismo natural, como a la corrección impuesta por las lentes.

Los resultados, que aparecen publicados en la revista “PLoS ONE”, indican que la corrección de este problema mediante gafas o lentes de contacto modifica la percepción de la orientación de las imágenes.

El astigmatismo, que afecta al 15% de la población, es un error refractivo consecuencia de las diferentes deformaciones de las ópticas oculares, principalmente, córnea y cristalino, que hacen que el ojo se encuentre más curvado en un meridiano que en el otro. Este problema provoca que la imagen de un objeto puntual que se forma en la retina esté emborronada en una dirección o en otra.

Los investigadores llevaron a cabo medidas de percepción visual en tres grupos de participantes (no astígmatas, astígmatas corregidos y astígmatas sin corregir) con el objetivo de estudiar cómo percibían una serie de imágenes emborronadas artificialmente con astigmatismo. Además evaluaron la adaptación neuronal de cada sujeto a la corrección del astigmatismo durante un periodo de seis meses.

Para garantizar la misma calidad óptica y emborronamiento retiniano en todos los sujetos, emplearon un sistema de óptica adaptativa desarrollado en el Laboratorio de Óptica Visual y Biofotónica del Instituto de Óptica “Daza Valdés” (CSIC), que permite corregir y manipular las imperfecciones del ojo mediante un espejo deformable.

Durante las pruebas comprobaron que los astígmatas elegían como imágenes neutras (ni demasiado borrosas ni demasiado nítidas) aquellas emborronadas con una orientación similar a la generada por su astigmatismo natural. “Sin embargo, tras un periodo de adaptación a la corrección astigmática mediante lentes oftálmicas, la percepción de la orientación cambiaba, ya que elegían como imágenes neutras aquellas emborronadas sin una orientación particular”, señala la investigadora del CSIC en el Instituto de Óptica María Viñas.

El trabajo, por tanto, confirma que el astigmatismo natural es determinante en la adaptación neuronal de las personas. Además, demuestra que la adaptación del sistema visual a la corrección del astigmatismo ocurre muy rápidamente: parcialmente tras dos horas con gafas y completamente después de una semana con ellas.

Fuente: Tendencias 21