Un joven detenido días atrás en el conurbano bonaerense, admitió ante la Justicia su participación en el brutal crimen de un nene de 12 años ocurrido en la provincia de Corrientes durante un rito satánico, en octubre de 2006, según confirmó el fiscal Gustavo Schmitt, quien destacó: "Con este testimonio se cierra el círculo sobre los autores materiales del asesinato".

Hay siete detenidos en el marco del caso y, según el fiscal, aún resta localizar a las personas "que encargaron y financiaron el homicidio". El imputado fue trasladado ayer a Mercedes, donde anoche declaró ante el subjuez Adrián Cazarubia.

El fiscal Schmitt indicó hoy que el acusado "se quebró" y admitió haber degollado y decapitado el cráneo del nene, Ramón Ignacio González : "Declaró que fue contratado para asesinar a Ramoncito durante un juego satánico".

Beguiristain había trabajado como carnicero durante varios años. En su declaración aportó datos sobre otras "dos personas que también tuvieron una activa participación en la noche del crimen", aseguró el fiscal. Una de ellas habría sido detenida ayer, aunque aún no aparece como imputada. La otra ya figuraba como sospechosa y está prófuga.

El acusado, alías "El Brujo, cayó preso el pasado 9 de diciembre tras ser vinculado al homicidio de Ramoncito por una adolescente que se convirtió en la principal testigo del caso.

Beguiristain quedó procesado junto a otros siete sospechosos y la Policía todavía busca a uno de los principales acusados, identificado como Daniel Alegre.

Dentro de la banda que mató al chico, las tareas estaban repartidas: algunos se encargaron de las vejaciones, como por ejemplo la violación y las torturas al nene.

El de "Ramoncito" parecía otro asesinato camino a la impunidad. Pero apareció una chica que fue clave para esclarecer el hecho. El nene fue violado, degollado y descuartizado en un ritual kimbanda -un rito afrobrasileño-. Desapareció el viernes 5 de octubre de 2006.

Su cuerpo fue hallado el domingo 7 a la mañana, a menos de 100 metros de la terminal de ómnibus. Allí el chico solía vender estampitas y dormir sobre cartones.

La testigo estuvo presente durante el crimen. Su abuela, con quien se crió, es una de las detenidas. Según el relato, los apresados y el todavía prófugo no son los únicos implicados en el caso. Bajo la lupa incluso quedó hasta un conocido empresario de Mercedes.

La chica habría sido obligada a presenciar la ceremonia en la que mataron a Ramoncito. Ella contó los tormentos que sufrió su amigo: entre otras torturas, el nene fue violado varias veces.

Después de matarlo "lo pusieron arriba de una hostia negra. Y juntaron sangre del cuerpo", relató. La ceremonia fue fotografiada. Los participantes del rito, "se tomaron de las manos con la sangre de Ramoncito y anunciaban las próximas víctimas antes de fin de año".

"Estaban seguros de que las almas de varios desaparecidos estaban allí presentes y brindaban con ellos", dijo la chica. El crimen habría sido un rito "para obtener la purificación ofrendando un cuerpo joven a sus dioses", estimaron las fuentes.