Otra crisis en Central y van... La noticia sorprendió, por más que la amenaza de renuncia estaba latente: Pablo Scarabino dejó, por ahora momentáneamente, la presidencia de Rosario Central. El detonante de la decisión del número uno canalla, reelecto hace apenas unos meses, fueron las nuevas pintadas contra el encargado de las inferiores José Pascuttini, que presentó esta vez la renuncia indeclinable a su cargo. "Si me se va Pacuttini me voy yo", había dicho días atrás Scarabino. Pero no sería ese el único motivo. La interna canalla está al rojo vivo y trascendió que el pedido de licencia del presidente canalla se habría generado por presión de sus pares de comisión directiva.

El alejamiento de Scarabino fue el corolario de una reunión del presidente con otros dirigentes del club, que terminó el jueves a altas horas de la noche y luego de la cual nadie hizo declaraciones para explicar claramente lo sucedido. Este viernes a la mañana se llegó hasta su negocio un móvil de Radio 2, pero tampoco quiso hacer declaraciones. "No voy a hablar", se limitó a decir.

Si el anochecer fue complicado en el planeta canalla no lo fue menos el amanecer seren. Es que nuevas pintadas contra Pascuttini provocaron la ira de Coco que presentó su renuncia definitiva ante el titular auriazul.

Scarabino intentóp convencerlo para que se quedara pero no hubo caso.

Según publica La Capital, otro factor determinante de este cimbronazo institucional habría sido el de las urgencias económicas que viene padeciendo el club. Las necesidades llegaron a tal extremo que un grupo de dirigentes fue el miércoles pasado al entrenamiento a comunicarle al costarricense Paulo Wanchope que el club no podía hacerle frente a su costoso contrato, al menos de la forma acordada, ya que el grupo inversor se iba a retirar a fines de diciembre. Una señal inequívoca de esto es que Horacio Carbonari, director deportivo hasta hace poco, fue el primero en dejar el cargo y ya hace varios días que no frecuenta los entrenamientos.