No fue una elección, fue una “pre-elección” y en octubre se verán los resultados “definitivos”. Igual, el Frente para la Victoria ganó y hasta está cerca de aumentar su representación parlamentaria. Por ahí pasó la interpretación que la presidenta Cristina Kirchner hizo públicamente de la votación en las internas abiertas de este domingo, en la que su fuerza perdió casi 30 puntos con respecto a lo que ella misma obtuvo en 2011 y quedó segunda en la crucial provincia de Buenos Aires, aunque es por lejos la primera minoría

La jefa de Estado recalcó que las de esta tarde fueron elecciones a nivel nacional y que si se proyectan las tendencias para octubre, el Frente para la Victoria "podría mantener o aumentar" la representación en el Congreso. Sucede que el kirchnerismo pondrá en juego en octubre las bancas de diputados logradas en 2009, cuando crisis del campo mediante había tenido una pobre perfomance electoral.

Cristina pidió trabajar duro a sus miltantes de cara a octubre y señaló que “tenemos una mayor responsabilidad, porque somos la primera fuerza y somos gobierno".

Por eso, señaló la Presidenta, "tenemos un gran desafío, dado que estamos presentes en los 23 distritos de Argentina y, si bien esta es una elección preliminar, estaríamos en condiciones de mantener y aumentar la representación parlamentaria, tanto en Senado como en Diputados".

"Esa mayoría que nos permitió tantas conquistas", subrayó Cristina, quien enseguida felicitó a los candidatos porteños Daniel Filmus y Juan Cabandié, que “han hecho una excelente elección en un distrito históricamente difícil para nuestro movimiento político”, que además “los posiciona muy bien de cara las 27 de octubre”.

Cristina estuvo acompañada en el escenario por el vicepresidente Amado Boudou, el gobernador bonaerense Daniel Scioli, el jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina, el ministro de Interior, Florencio Randazzo, y el titular de Diputados Julián Domínguez.

Junto a ellos, además de Filmus, se encontraban los candidatos en la Provincia, Martín Insaurralde y Juliana Di Tullio, a quienes también la mandataria felicitó por el resultado obtenido.

Al referirse al performance de Insaurralde, quien perdía por seis puntos contra Sergio Massa, Cristina señaló: "Quiero agradecer a un compañero que hasta hace un mes y medio era apenas conocido y su esfuerzo, con apenas el 20 por ciento del electorado conociéndolo, logró una excelente pre-elección”.

En otro tramo, la mandataria recordó la derrota de Néstor Kirchner en el 2009 frente a Francisco De Narváez, y sostuvo que tanto en ese momento, como en la actualidad, "mi gran responsabilidad es darle gobernabilidad a la Argentina en un mundo complejo".

A la vez, dijo: "No esperen que en estos dos meses y medio vaya a prometer cosas que no voy a hacer porque me siento muy responsable. Si tengo algún orgullo es mirar a los ojos de los argentinos y decirles que hemos hecho cosas que jamás dijimos que íbamos a haber en una campaña electoral”.

Cristina se dirigió a los partidos de origen "popular y democrático que creen que llevan agua a su molino haciendo un ataque a la política, se equivocan".

En el cierre de su discurso, la mandataria resaltó que el Frente para la Victoria "sigue protagonizando una transformación muy profunda en la Argentina", lo que obliga al gobierno a "redoblar esfuerzos y la militancia en estos dos meses y medio" de cara a los comicios del 27 de octubre.