Una mujer tuvo su séptimo hijo varón y espera que se cumpla la legislación de padrinazgo presidencial.¿Cristina será madrina tras convertirse en abuela?

De acuerdo a lo informado por Infobae.com, la presidenta tiene un nuevo ahijado. Se trata Ángel Arandia, el hijito de una mujer, el séptimo hijo varón, que nació en la ciudad bonaerense de Ensenada.

La ley 20.843 establece que el presidente de turno debe convertirse en padrino del séptimo hijo varón o mujer de cualquier ciudadano argentino, mientras que los hijos restantes sean del mismo sexo. La madre, Daniela Sandoval, sin embargo, alertó: "Lo que más necesitamos es que mi esposo consiga un trabajo".

"Eso sería muy bueno, aunque lo que más necesitamos es que mi esposo consiga un trabajo efectivo porque ahora sólo hace changas", advirtió la humilde madre de siete varones.

El recién nacido llegó a la vida con algunas dificultades. Fue sietemesino, pesó al nacer 1,8 kilos y por su tamaño tuvo que permanecer durante varias semanas en incubadora. Con un poco más de un mes de vida, alcanzó los 2,3 kilos, duerme toda la noche y se alimenta a base de leche materna.

"A mi me hubiera gustado tener una nena, pero la fábrica ya está cerrada", señaló Daniela que, según relató al diario El día, se enteró de que esperaba un nuevo hijo durante el quinto mes de embarazo.

"Soy mecánico, chofer y sé hacer muchas tareas de mantenimiento, pero no me resulta simple conseguir un trabajo fijo", indicó por su parte Andrés, el padre de la criatura.

La Ley 20.843 establece el padrinazgo del presidente de la Nación en funciones cuando en una hogar llegue el séptimo hijo varón o la séptima hija mujer de una familia con hijos del mismo sexo.

La norma fue insipirada por la gran inmigración rusa en la Argentina, y en la superstición de que el séptimo hijo varón es hombre lobo y la séptima hija mujer bruja. En la Rusia de los zares, se otorgaba el padrinazgo imperial que daba una protección mágica contra estos males y evitaba que los niños fueran abandonados.

En 1907, Enrique Brost y Apolonia Holmann una pareja que dio a luz a José Brost, su séptimo hijo varón le envió una carta al presidente José Figueroa Alcorta para que lo apadrinara. Ese fue el comienzo de la tradición que le otorga al ahijado una beca asistencial para contribuir con su educación y alimentación. El círculo se cerró el 28 de septiembre de 1974, cuando la por entonces mandataria María Estela Martínez de Perón convirtió en ley esa tradición.

Los interesados familias tienen que enviar la solicitud de padrinazgo a la Secretaría General de la Presidencia. Se le dará al niño una medalla recordatoria y cuando se estime pertinente, se podrá ayudar con otros medios para contribuir al bienestar del ahijado/a.