Ante la imposibilidad de viajar a Rosario por cuestiones climáticas, la presidenta Cristina Kirchner lanzó vía videoconferencia el tractor y la cosechadora con partes nacionales de la planta de John Deere en Granadero Baigorria. Además, la presidenta presentó la ampliación de una planta industrial de Totoras y la apertura de una fábrica de calzado de Grimoldi en Pilar, provincia de Buenos Aires.

Durante el acto, la jefa del Estado –que se comunicó con las autoridades de John Deere y con el gobernador Antonio Bonfatti desde la Casa de Gobierno, con quien dijo que no está peleada–, celebró la apuesta a la industria metalmecánica como símbolo del desarrollo industrial de la Argentina. Cristina estaba acompañada por el actual secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos, quien fue hasta antes de ocupar ese cargo intendente de Granadero Baigorria y que fue varias veces nombrado por la presidenta.

Cristina también lanzó la ampliación de un centro de capacitación laboral de Granadero Baigorria, lo que para ella cierra el círculo de la apuesta a la industrialización, pues resaltó que el recurso humano es una pata fundamental para que haya inversión productiva.

“Estoy muy contenta, hoy es un día de la industria; de generación de puestos de trabajo”, enfatizó la primera mandataria.

Específicamente sobre la producción de maquinaria agrícola, explicó que lo que hoy fabrica John Deere en Baigorria antes se importaba de México, la India o Brasil.

Y agregó que mientras en ese sector, en 2003 el 64 por ciento de lo que había en el mercado era importado y el 36 nacional, mientras que la proporción hoy es de 43 y 57.

Pero además, consideró muy importante la ampliación del 80 por ciento de la capacidad productiva de la planta de Sensor en Totoras, pues allí se desarrollan partes para maquinarias agrícolas y sistemas, como el electrónico e hidráulico, que implican altísimo valor agregado y el uso de tecnología de punta.

Como es costumbre en este tipo de videconferencias, Cristina saludó al gobernador Antonio Bonfatti (“Si no lo saludo van a decir que estamos peleados”, bromeó y le dio la posibilidad de que él también celebrara los anuncios productivos) y conversó con trabajadores de las tres empresas involucradas.

De Totoras, habló con Pochi, de 32 años, “soltera sin apuro”. Y de Granadero Baigorria con Héctor, quien broméo que era una lástima que estaba casado y no podía ir a buscar a Pochi. Esto dio pie a que la presidenta le advirtiera que no iba a poder entrar a su casa si no llevaba bombones para su mujer.
Industria nacional, claro.