El gobierno nacional recibió al golpe a su política de defensa de los derechos humanos y castigo a los represores. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner criticó duro la decisión de la Cámara de Casación Penal que ordenó la liberación de represores en causas por la represión ilegal de la última dictadura y dijo: “Hoy es un día de vergüenza para los argentinos y para el mundo”.
Ese fallo habilita a quedar en libertad a Jorge “El Tigre” Acosta, Alfredo Astiz y seis de los siete detenidos en Santa Fe por la Causa Brusa. La misma expresión -vergüenza- utilizaron las Madres de Plaza de Mayo. El titular de los diputados nacionales K Agustín Rossi, por su parte, se refirió al peligro de que estas personas que "cometieron crímenes atroces" evadan la Justicia.
"Hoy debía ser un día de paz, de serenidad y de reencuentro, pero una vez más -y aquí no creo en señales ni casualidades sino en mensajes muy fáciles de descifrar- la Justicia ordenó la libertad de las personas que acusadas de violación masiva a los derechos humanos avergüenzan al país y a la humanidad", aseguró Cristina en un acto realizado en la Esma este jueves a la tarde.
La presidenta calificó de “perversidad” que el sistema judicial tome esta medida basandose en el tiempo que pasó sin que los acusados tengan sentencia firme, es decir en la propia lentitud de la Justicia. “¿Quién puede entender esto sino cómo una perversidad del sistema?”, señaló.



