"El cepo era un instrumento de tortura". La presidenta Cristina Fernández de Kirchner defendió las medidas de restricción en la compra de moneda extranjera y las justificó en la importante fuga de capitales que hubo en las elecciones previas a ser consagrada presidenta. "Ningún economista serio puede estar hablando de cepo", planteó la mandataria, quien consideró que "es un título mediático que no tiene que ver con la realidad". Pidió "encontrarle otro nombre".

Fernández de Kirchner evaluó que, en todo caso, se podría hablar de "timba cambiaria" que "se expresó durante las elecciones del año pasado". Sostuvo que, de agosto a octubre, "se llevaron, porque hicieron correr en el mercado el rumor de que luego de las elecciones iba a haber una gran devaluación, 4.700 millones de dólares". Enfatizó que el dinero se fue "por timba cambiaria", "especulación financiera".

La presidenta admitió: "Tal vez cometimos el error de no hablar con los números claros y concretos de lo que había pasado en argentina". Pero planteó: "Pero con ánimo de que nadie se sienta mal, ni de confrontar, ni debatir ni discutir, uno toma medidas en la creencia de que los actores económicos van a actuar con cierto grado de racionalidad".

"Tienen todo el derecho a no estar de acuerdo con estas políticas, pero hay que encontrarle nombre adecuado y dirigente político adecuado que lo exprese ante la sociedad. Yo no puedo hacerme cargo de expresar cosas en las que no siento ni creo", sostuvo.

Más temprano, la presidenta del Banco Central Mercedes Marcó del Pont había defendido las restricciones a la compra de moneda extranjera al plantear que era una medida "de sentido común".

Las declaraciones de la presidenta fueron realizadas este lunes, en el marco de un acto donde se designó a Martín Sabbatella al frente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual.

De esta manera, la jefa de Estado retomó su actividad oficial tras su gira de cinco días a los Estados Unidos, donde participó de la reunión de Naciones Unidas, mantuvo encuentros con empresarios y expuso ante alumnos, graduados y docentes de las universidades norteamericanas de Georgetown y Harvard, entre otras actividades.