La hinchada de Newell´s ganó las calles luego de conocerse el resultado del encuentro entre Estudiantes de la Plata y Lanús, que el Granate no pudo revertir. Y la fiesta se estiró hasta la madrugada, con un cierre impresionante con la llegada del plantel al parque Independencia luego de una caravana de más de cinco horas y un recibimiento apoteótico en el aeropuerto.

Primero, los hinchas inundaron Pellegrini, después fueron hacia el parque Independencia y el Monumento. En este último epicentro hubo algunos incidentes aislados. Por la noche, muchos fueron a esperar al plantel al aeropuerto y el resto se concentró en Oroño y Pellegrini. Allí llegó el plantel cerca de las 3 de la mañana, tras una caravana de más de cinco horas, y hubo un cierre con un show impresionante de fuegos artificiales, para lo que se convirtió en una movilización sin predecentes en la ciudad.

Fue larguísima la espera de ese hormiguero humano, que estalló cuando el colectivo descapotable con los jugadores llegó al parque Independencia. Había que verlos a Lucas Bernardi, Maxi Rodríguez, Diego Mateo, Pablo Pérez, eufóricos como chicos, arengando a pesar de las horas transcurridas.

La salida del aeropuerto había sido caótica por la gran cantidad de hinchas y el colectivo avanzó a paso de hombre hasta llegar al parque, donde la fiesta fue impresionante. Saludo, campeones. Todas las fotos aquí.

Fiesta todo el día

Desde temprano, la parcialidad rojinegra se había instalado en el bar de avenida Pellegrini y Paraguay, donde acostumbran reunirse cada vez que el club del Parque juega de visitante. Pasadas las 14, ambas arterias fueron cortadas al tránsito y unos 300 hinchas empezaron el festejo que se extendía hacia el Monumento Nacional a la Bandera. Fueron miles en pocos minutos.

De nada sirvieron las advertencias del municipio para que la hinchada no se trasladase a festejar en el mayor monumento histórico de la ciudad, dados los preparativos por el Día de la Bandera que ya habían comenzado. Igual, todo terminó en orden.

Cientos de familias caminando, en motos y en autos, con banderas, gorros y bombas de estruendo se enfilaron hasta Córdoba y Belgrano. El tránsito fue muy complicado allí, donde la fiesta fue multitudinaria y en familia pero, como casi siempre en estos casos, apareció un grupo de revoltosos que generó disturbios al violentar el vallado dispuesto para proteger las estructuras del acto por el Día de la Bandera. Pero fue un caso aislado.

Por la tarde, también los masivos festejos se multiplicaron a lo largo de avenida Pellegrini, sobre todo en las cercanías del Parque, donde a la noche se esperaba al equipo.

Cerca de las 22 se produjo el arribo del plantel al aeropuerto de Fisherton desde Resistencia. Allí también lo esperó una multitud, y un colectivo sin techo que cargó a jugadores y cuerpo técnico con destino al parque Independencia. Una caravana lenta pero llena de pasión.