El ejercicio físico, tal y como han constatado infinidad de estudios, es bueno, muy bueno para la salud. De hecho, la práctica de ejercicio no solo tiene beneficios sobre un sinfín de enfermedades como las cardiovasculares, la obesidad y la diabetes, sino que también previene el deterioro cognitivo asociado a la edad y, por ende, la demencia. Pero, exactamente, ¿qué cantidad de ejercicio deben realizar las personas mayores para preservar su función cognitiva, caso de la capacidad de pensamiento? ¿Y durante cuánto tiempo?

Según un estudio dirigido por investigadores del Centro Médico Beth Israel Deaconess en Boston (EE.UU.), publicado en el portal abc, no es necesario ‘sudar’ demasiado. Y es que según los resultados, 52 sesiones de ejercicio de una hora de duración a lo largo de seis meses son suficientes para que las personas mayores experimenten una mejoría significativa de sus capacidades de pensamiento.

Como explica Joyce Gomes-Osman, director de esta investigación publicada en la revista "Neurology Clinical Practice", "al día de hoy contamos con evidencias muy sólidas que sugieren que la práctica regular de ejercicio puede mejorar la salud cerebral, por lo que nuestro objetivo era aplicar estos hallazgos científicos a las vidas de nuestros pacientes, sus familiares e, incluso, las nuestras. Para otras formas de tratamiento, caso de la administración de fármacos, a los pacientes se les prescriben una dosis o cantidades específicas. Así, nuestro trabajo destaca la necesidad de establecer estas cantidades específicas también en el caso del ejercicio".

En definitiva, y con objeto de disfrutar de una buena salud cognitiva, debe requerirse que las personas mayores realicen ejercicio y que perseveren. Y es que el beneficio solo se obtiene con el paso de los meses, no habiéndose observado ninguna relación entre la cantidad semanal de ejercicio y una mejora de las capacidades de pensamiento.

Como refiere Joyce Gomes-Osman, "solo la duración total del ejercicio se asoció con esta mejoría. Pero nuestros resultados también ofrecen una visión más profunda. Dado que la mayoría de participantes –hasta un 58%– eran sedentarios en el momento de su inclusión en los ensayos clínicos, nuestro trabajo sugiere que la práctica de ejercicio para combatir el sedentarismo podría ser una razón para esta mejora de las capacidades del pensamiento".

Así, concluye el director de la investigación, "según nuestros hallazgos, parece que se requiere un programa de ejercicio a largo plazo para mejorar las capacidades de pensamiento. Es ciertamente interesante comprobar que incluso aquellas personas que tomaron parte en programas de ejercicio de menor intensidad también lograron este beneficio. No todo el mundo tiene la motivación o fuerza de voluntad para iniciar un programa de ejercicios de alta intensidad, pero todos podemos beneficiarnos de un plan físicamente menos exigente".