Por Alejandra González (Make Up Artist-Centro Diplomacia Karina Vilella)

A todas las mujeres nos gusta tener un rostro con piel de porcelana, decía siempre mi abuela. Aunque a través de los años la ciencia nos ha ayudado muchísimo descubriendo distintos principios activos que hacen que nuestra piel recupere aquello que por la tensión, el paso del tiempo, la falta de sueño, los cambios de temperatura, la polución ambiental, el sol, va perdiendo.

Pero, a muchas nos pasa, que aunque intentemos una piel de porcelana, nuestros poros no lo permiten. La porosidad que tenemos hace que se vea un rostro irregular y flácido. Entonces recurrimos a lociones, cremas, sueros, ampollas, todo debe ser astringente para que los cierre!!!.

Es un mito que nuestros Ostium Foliculares, que así se llaman científicamente, se abran y se cierren.

El tamaño de los poros está determinado genéticamente y el cuidado de la piel tiene una gran influencia. Sucede que cuando no hacemos la higiene facial correspondiente tanto de día como de noche, las secreciones naturales de la piel, quedan atrapadas en el poro porque las células muertas e impurezas no las dejan salir. De esa manera se notan más dilatados que lo normal por tener acumulaciones sebáceas dentro.

Aunque no podemos cambiar su forma podemos hacer que se vean de su tamaño normal y que no se sigan agrandando. Vamos a los tres pasos básicos:

1.- Evitar la acumulación de impurezas y células muertas que obstruyen los poros usando: Geles, lociones o cremas de limpieza, tónicos, cremas tratantes que contengan AHA’s, Vitmaina C, Acido Glicólico, etc. Estos activos mantienen los poros limpios y hacen que se vean más pequeños porque le producen una pequeña irritación a la piel que la contrae temporalmente.

2.- Hacer los tres pasos básicos de higiene facial:
Limpieza – Tonificación - Humectación

3.- Usar bases livianas y evitar la acumulación de maquillaje.

Otros consejos que ayudan es hacer la rutina de limpieza tanto en casa como con nuestra cosmetóloga, tomar mucha agua para eliminar impurezas, mascarillas faciales semanales y hacernos el hábito de mantener nuestra piel libre de impurezas.

Recuerden que una piel sana es un rostro sano.