La lluvia de este lunes a la madrugada no hizo más que agudizar el problema de la plaga de mosquitos en Rosario. Al calor y a la humedad se le sumó el agua y el cocktel fue perfecto para la multiplicación de esta especie tan odiada por los vecinos.

Jorge Dañil, al frente de Control de Vectores municipal, aseguró en diálogo con Radio2: “Con estos fenómenos climáticos toma vigencia una especie de mosquito que no es el de zanja sino el llamado mosquito de inundación”. Y explicó la diferencia: “Es una especie que se incuba en los charcos de agua que se convierten en criaderos no perceptibles en épocas normales. Estos mosquitos maduran en cinco días”, advirtió.

En cuanto a la forma de exterminarlos, Dañil fue sincero: “Necesitamos unos cuanto días para detener este proceso. No es algo sencillo, es una plaga”. Además, confirmó la dificultad que existe para prever esta situación debido a que se reproducen a lo largo y ancho de la ciudad y sus alrededores. 

El funcionario puso en relieve la peligrosidad del dengue que ya se ha manifestado en el norte del país y la necesidad de evitar su propagación: “Insistimos en evitar las especies más peligrosas, como la del mosquito transmisor del dengue. Hay que eliminar recipientes con agua porque son un verdadero potencial criadero”.