Matías Manna (@matiasmanna)

Un amigo chileno, Carlos, me envió una nota sobre la entrenadora Helena Costa que dirigirá al equipo Clermont Foot 63 de la segunda división francesa. Fútbol profesional y masculino, con una mujer en el banco de suplentes liderando los entrenamientos y haciendo cambios.

No estamos hablando de una mujer árbitro, ni del cupo femenino en los estadios. Lo emergente es una mujer en el centro de las decisiones de un ámbito machista y de un contexto inhabitual. Un contexto que tiene pocas “mujeres permitidas”. 

Las televisaciones o muestran una mujer tipo modelo en la tribuna, destacando su belleza, o la mujer barrabrava, aquella con dotes para enmarcarse a la cultura del aguante. “¿Qué ocurre entonces cuando las mujeres, especialmente en los últimos años, se introducen en un mundo en el cual enunciadores y enunciados son del orden de lo masculino? 

Si, como afirman Bourdieu y Wacquant, el poder simbólico y la autoridad para imponerlo provienen de “el poder de constituir lo dado, enunciándolo”, la aparición de un “otro” que está afuera del discurso, se presenta como un extranjero que perturba el campo y al que es necesario definir”, sostiene “Mujeres y fútbol: ¿territorio conquistado o a conquistar?”, un texto de Gabriela Binello, Mariana Conde, Analía Martínez y María Graciela Rodríguez en el libro “Deporte y Sociedad” compilado por Pablo Alabarces. 

Con Carlos solíamos jugar al fútbol en Rosario. Juntábamos jugadores tradicionales de fútbol 5, hasta que una vez invitamos a una compañera de oficina. Desde ahí se formó un fútbol mixto que atraía miradas y generaba sorpresa en cada persona que caminaba por la vereda de la cancha. Los jugadores nuevos que llegaban al partido se sorprendían. Nunca solía anticipar que habría 2, 4 o hasta 6 mujeres en la cancha. Llegaban preparados para jugar y se encontraban con algo sorprendente. 

En otra oportunidad, varios docentes de la Facultad que más quiero en Rosario, me invitaron a jugar pero me exigieron que lleve a “otro más”. Llegué junto a Anahí. Analistas, con largas lecturas y buenas clases sobre Pierre Bourdieu tardaron en acomodarse en la cancha. Rápidamente, luego, se pusieron a jugar y el partido se desarrolló en normales condiciones. 

Carlos decía que organizábamos esto porque yo ya no podía correr como antes, o porque mi pasado como capitán y mediocentro en las divisiones inferiores del Bochazo de San Vicente (donde tuve mi primer trabajo como entrenador a los 16 años) y con un rendimiento insuficiente en la primera división en la liga rafaelina, o porque quería hacer algo de lo tanto bueno que veía por videos en mi computadora. Sus argumentos se cayeron al instante. Primero porque las mujeres que jugaban con nosotros, jugaban muy bien. Segundo, porque eso “nuevo” (cupo femenino) se transformó en dominante en nuestro armado de los equipos. 

A algunos futbolistas que tengo en Facebook les consulté sobre la noticia de la entrenadora que dirigirá en Francia (¡Pensar que ahora se hace Periodismo de esa manera!). Todos hicieron chistes machistas y anticiparon una debacle en el vestuario luego de una derrota. Lo cierto es que muchos hombres ya han dirigido equipos femeninos en diversas disciplinas y recién ahora la torta se dio vuelta. 

De Helena Costa destacan sus trece años dirigiendo juveniles en Benfica, una maestría universitaria, su “buen ojo” como scouting en el Celtic de Escocia y su participación como entrenadora de la selección femenina de Qatar. La irrupción de una mujer que entrenará en el alto nivel del fútbol masculino, nos viene a decir que ninguna actividad social está en un estado de cosas dadas y permanentes. 

Pueden existir fisuras y grietas en un estado dominante por lo masculino, donde lo que hará Costa en Francia parecía irrealizable. Hace diez años, Simon Kuper escribió que el Mundial 2050 será mixto y se jugará con cinco mujeres en el once inicial de los equipos. El artículo agregaba que el nivel de estudios universitarios, la pedagogía y el conocimiento práctico sobre el juego harán que el 75% de lxs entrenadorxs de ese mundial sean mujeres. Leo la nota enviaba por Carlos y le respondo: “Por fin”. 



(*) Matías Manna (@matiasmanna) es autor del libro Paradigma Guardiola (Ara Llibres), creador del blog que lleva el mismo nombre. Entrenador de fútbol profesional y asesor e integrante de cuerpos técnicos de nivel internacional, nacional y regional. Egresado de la carrera de Posgrado Comunicación Digital Interactiva (Universidad Nacional de Rosario) – Licenciado en Periodismo (UNR). Docente universitario. Gestor de @ParadigmaPep.