Las mayores potencias comerciales del mundo decidieron este sábado reanudar con prontitud las negociaciones de la Ronda de Doha en Ginebra para avanzar en la liberalización del comercio, y aunque no fijaron la fecha, sí reconocieron que un eventual fracaso tendrá costes que van más allá del comercio.

“Reanudamos por completo las negociaciones”, afirmó el director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy, al término de la reunión informal que los representantes de Comercio de Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Brasil e India y otros veinte países celebraron en la ciudad de Davos, en los Alpes suizos.

A iniciativa de la ministra suiza de Economía, Doris Leuthard, se convocó esta reunión, al margen del Foro Económico Mundial (FEM), para reanimar el proceso negociador de esta ronda de liberalización comercial que se lanzó en Doha en 2001 y que debía de haber terminado a finales de 2006.

"Todos han expresado su deseo de reanudar con rapidez todas las actividades de los diferentes grupos negociadores de cara a obtener un acuerdo", señaló Leuthard, que también subrayó que los países estuvieron de acuerdo en que la nueva etapa de las tratativas tiene que tener un "enfoque global".

Lamy, que advirtió de que los países "tienen poco tiempo por delante, señaló que hay un "nuevo ímpetu político" en las negociaciones y agregó, en tono optimista, que "hasta en Davos las cosas se pueden descongelar", en referencia a las bajas temperaturas de la estación alpina.

Asimismo, los ministros subrayaron la necesidad de que “las negociaciones tengan un alcance más global" y compartieron la opinión de que todas las sensibilidades expresadas durante el proceso "estén representadas de cara a alcanzar un acuerdo exitoso".

Mientras tanto, afuera de esa reunión, policías antidisturbios se preparaban para una posible manifestación contra el Foro Económico Mundial (FEM) y los líderes que allí participan.

Fuente: EFE