El vaso mitad vacío, la cara oscura de la luna: Newell´s no pudo ganar el clásico como local, cortó su racha de seis triunfos seguidos y perdió la punta. El vaso mitad lleno, la cara de la luna iluminada por el sol: el equipo de Sensini mostró coraje para levantarse de dos mazazos tempraneros, se salvó de una caída que lucía probable estando 0-2 y sigue a apenas dos unidades de la cima. ¿Cuál preferirá cada hincha leproso?

Lo cierto es que fue un clásico difícil para los rojinegros, que se mostraron temprana y curiosamente endebles en el fondo y debieron correr de atrás. El hecho de empezar perdiendo por dos goles casi desde el vestuario trastocó todos sus planes e hizo merodear los peores fantasmas por el cielo del Parque. Es verdad que no había hecho demasiado la Academia para tomar semejante ventaja, pero había que remontar la cuesta. Y los de Boquita lo lograron.

El gol de Boghossián, apenas después del segundo gritos auriazul, llevó algo de tranquilidad y abrió las puertas de la esperanza de la igualdad. Algo que logró Achucarro casi a la media hora, luego de un tiro libre de Bernardi. Con ese marcador se fue el primer tiempo y al cabo el partido, ya que en el segundo tiempo le faltó gasolina a la Lepra para llevarse los tres puntos. Intentó, quizás más que su rival, pero no tuvo piernas ni claridad para vulnerar a la segura última línea visitante.

La ovación con la que la hinchada ñubelista despidió a sus jugadores deja en claro que aún tienen vida los sueños de dar la vuelta olímpica. Quedan cuatro fechas y no lucen indescontables las dos unidades que sacó de ventaja Banfield. La campaña hasta aquí es impecable y así lo entendió la mayor parte del pueblo rojinegro, que conmovió con su aliento incesante y ensordecedor que hizo estremecer los cimientos del Coloso. Cimientos tan poderosos como los que sostienen la posibilidad que aún late en el Parque: la de llegar otra vez al título.