Todavía se discute en el Concejo qué cambios aplicar a la ordenanza de 2001 que regula la diversión nocturna en la ciudad. Se espera que para este segundo semestre que recién comienza esté listo un texto que actualice de una vez el texto viejo. Para los bolicheros, la noche rosarina no tiene problemas pero debe adaptarse a los tiempos que corren. Así, pidieron rever el tema de decibles, capacidad y horarios.

“No tenemos un problema en la nocturnidad, aunque hay que cambiar algunas cosas porque esto es muy dinámico”, llamó la atención Willy Spagnolo de la Cámara de Boliches de Rosario, en contacto con el periodista Alberto Lotuf, que conduce el programa A Diario (Radio 2).

El último intento de modificar la ordenanza 7.218 fue en 2014 cuando los concejales Rodrigo López Molina (PRO) y Osvaldo Miatello (PJ); y los ex ediles Jorge Boasso (UCR) y Diego Giuliano (Rosario Federal) presentaron un proyecto en conjunto que aún tiene estado parlamentario y que busca simplificar los rubros. Entre otras cosas, propusieron dividir los locales que tienen actividad bailable, de aquellos que no la tienen.

Para Spagnolo, la nueva normativa debería ampliar la cantidad de personas que puedan estar dentro de un boliche y rever los decibeles permitidos, para no molestar al vecino pero tampoco perjudicar al empresario.

“El factor ocupacional (de Rosario) es el más bajo del país. Tenemos una persona y media por metro cuadrados cuando Buenos Aires tiene dos”, observó.

Finalmente, defendió el horario de cierre de los locales a las 5.30: “Queremos una noche inclusiva, no solo para gente que se acuesta a las 7 de la mañana”.