El grupo de especialistas provinciales, nacionales y de otros países que llegaron a Mendoza para analizar la situación del oso polar Arturo y elaborar un informe que defina si el animal se encuentra en condiciones físicas de soportar un traslado a una reserva en Canadá recorrieron este viernes las instalaciones del zoológico y el recinto del oso Arturo.
Allí pasaron gran parte del tiempo observando las conductas y costumbres del animal, cómo vive, come, se sumerge y pasa las horas del día.
A partir de ahora será el turno de una larga reunión en Casa de Gobierno en la que los médicos veterinarios locales, de Buenos Aires, Córdoba, Uruguay y Canadá, éstos últimos por video conferencia, determinarán dónde y cómo el animal tiene que pasar sus últimos días de vida.
“Van a hacer sus planteos sobre cuáles son las mejores medidas que se pueden tomar para darle una mejor calidad de vida acá o en otro lado y si realmente puede soportar una anestesia, necesaria para hacerle los estudios que arrojarán, entre otras cosas, si puede volar a ese país del norte. Estamos hablando de un animal longevo, y sobre todo de una vida, no es una caja”, explicó el director del zoológico de Mendoza, el veterinario Gustavo Pronoto.
El oso tiene 29 años de edad, hace más de 20 que vive en esa provincia y su situación tomó estado público desde que el año pasado la Asociación Eco Lógicos Mendoza difundió las tratativas con residentes y especialistas de Canadá dispuestos a recibir al animal, además de campañas para trasladarlo.
Su titular, Gabriel Flores, aseguró hace algunos días que algunos especialistas de renombre garantizan que Arturo soportaría el viaje: "Nosotros (por Eco Lógicos Mendoza) hace un años que luchamos para que veterinarios especializados realicen una evaluación para determinar fehacientemente si Arturo puede o no ser trasladado. Queremos que sus últimos años los pase en un lugar adecuado y preparado para él".
La reconocida ONG Greenpeace también se sumo a la lucha de los ambientalistas locales y, además de juntar firmas para que las autoridades se ocupen en profundidad de la situación del animal, aprovecharon que el gobernador mendocino, Francisco Pérez, estuvo en Mar del Plata promocionando la Fiesta de la Vendimia, para reunirse con el mandatario y pedirle el envío urgente y en condiciones seguras del animal a Canadá.
El último capítulo que se sumó es que en el zoológico de ese país donde pretenden trasladar al animal, admiten que no pueden recibir al oso Arturo porque exigen una historia clínica de los últimos tres años que el animal no tiene.
Respecto de la documentación médica, Don Peterkin, responsable del Assiniboine Park Conservancy, dijo en un comunicado de prensa el miércoles que no es posible conseguir un permiso para que el oso pueda viajar a Winnipeg”.
Los estudios que se solicitan son controles fitosanitarios para asegurar que Arturo esté libre de enfermedades como rabia, brucelosis y tuberculosis, típicas de nuestra región.
“Se debe tener en cuenta, también, que en el hemisferio norte existen enfermedades nativas que no se desarrollan en el sur. Estos estudios requeridos implican necesariamente la sedación del animal”, aseguraron desde la cartera de Ambiente local.
De todas formas, el Zoo canadiense también ofreció enviar a un especialista, en caso de no concretarse el traslado, para que evalúe junto al personal del zoológico local los cuidados que debe recibir el animal aquí.
Allí pasaron gran parte del tiempo observando las conductas y costumbres del animal, cómo vive, come, se sumerge y pasa las horas del día.
A partir de ahora será el turno de una larga reunión en Casa de Gobierno en la que los médicos veterinarios locales, de Buenos Aires, Córdoba, Uruguay y Canadá, éstos últimos por video conferencia, determinarán dónde y cómo el animal tiene que pasar sus últimos días de vida.
“Van a hacer sus planteos sobre cuáles son las mejores medidas que se pueden tomar para darle una mejor calidad de vida acá o en otro lado y si realmente puede soportar una anestesia, necesaria para hacerle los estudios que arrojarán, entre otras cosas, si puede volar a ese país del norte. Estamos hablando de un animal longevo, y sobre todo de una vida, no es una caja”, explicó el director del zoológico de Mendoza, el veterinario Gustavo Pronoto.
El oso tiene 29 años de edad, hace más de 20 que vive en esa provincia y su situación tomó estado público desde que el año pasado la Asociación Eco Lógicos Mendoza difundió las tratativas con residentes y especialistas de Canadá dispuestos a recibir al animal, además de campañas para trasladarlo.
Su titular, Gabriel Flores, aseguró hace algunos días que algunos especialistas de renombre garantizan que Arturo soportaría el viaje: "Nosotros (por Eco Lógicos Mendoza) hace un años que luchamos para que veterinarios especializados realicen una evaluación para determinar fehacientemente si Arturo puede o no ser trasladado. Queremos que sus últimos años los pase en un lugar adecuado y preparado para él".
La reconocida ONG Greenpeace también se sumo a la lucha de los ambientalistas locales y, además de juntar firmas para que las autoridades se ocupen en profundidad de la situación del animal, aprovecharon que el gobernador mendocino, Francisco Pérez, estuvo en Mar del Plata promocionando la Fiesta de la Vendimia, para reunirse con el mandatario y pedirle el envío urgente y en condiciones seguras del animal a Canadá.
El último capítulo que se sumó es que en el zoológico de ese país donde pretenden trasladar al animal, admiten que no pueden recibir al oso Arturo porque exigen una historia clínica de los últimos tres años que el animal no tiene.
Respecto de la documentación médica, Don Peterkin, responsable del Assiniboine Park Conservancy, dijo en un comunicado de prensa el miércoles que no es posible conseguir un permiso para que el oso pueda viajar a Winnipeg”.
Los estudios que se solicitan son controles fitosanitarios para asegurar que Arturo esté libre de enfermedades como rabia, brucelosis y tuberculosis, típicas de nuestra región.
“Se debe tener en cuenta, también, que en el hemisferio norte existen enfermedades nativas que no se desarrollan en el sur. Estos estudios requeridos implican necesariamente la sedación del animal”, aseguraron desde la cartera de Ambiente local.
De todas formas, el Zoo canadiense también ofreció enviar a un especialista, en caso de no concretarse el traslado, para que evalúe junto al personal del zoológico local los cuidados que debe recibir el animal aquí.