Deseamos que no suceda, pero inevitablemente nuestro bebé va a llorar en algún momento. Es en ese instante cuando aparece una voz interior que nos recuerda los consejos que nos dieron sobre qué hacer en ese momento... ¿Es saludable o no dejarlo llorar un rato? Algunos especialistas respondieron a esta interrogante.

"Varias investigaciones demostraron que el llanto y los gritos tienen efectos adversos en los padres y en los bebés. [...] Algunos bebés tienen niveles más altos de cortisol, la hormona del estrés, durante los días posteriores a situaciones continuas de llanto", explicó la terapeuta Shanna Donhauser a Romper. Según la especialista, algo tan simple como cerrarle la puerta a un bebé molesto puede desencadenar una reacción de estrés en ellos, según el sitio imujer.

Sin embargo, hay un estudio que puede justificar el método de dejarlo llorar. Una investigación publicada por American Academy of Pediatrics señaló que "dejarlos gradualmente solos cuando están molestos no transmite respuestas de estrés ni efectos a largo plazo en las emociones y el comportamiento infantil".

Los especialistas señalan que ese es solo un estudio y que es importante recordar que cada bebé tiene necesidades diferentes. También explicaron que «no se debería dejar llorar a un niño que tuvo un trauma o un cambio importante reciente», ya que estaría sufriendo un daño psicológico adicional al dejarlo llorar.

El psicoterapeuta Kent Hoffman dijo que tenemos que recordar que como adultos es fácil identificar y procesar lo que sentimos, pero los bebés aún no adquirieron esa habilidad. Si bien cada padre tiene diferente perspectivas sobre cómo le afectará psicológicamente al bebé dejarlo llorar, estos especialistas están de acuerdo en que el riesgo de daño emocional existe.