Juan Martín Del Potro ingresó este jueves a la galería de grandes del tenis argentino y mundial, al quedarse con el Abierto de Estados Unidos, cuarto y último Grand Slam de la temporada. La Torre de Tandil llegó a su cumbre al vencer en la final al número uno del mundo, el suizo Roger Federer, por 3-6, 7-6, 4-6, 7-6 y 5-2.

Delpo, que desde lunes vuelve al puesto cinco del ranking, terminó con la hegemonía de Federer, ganador de las cinco últimas ediciones del certamen –con un invicto de 41 partidos– y para muchos el mejor tenista de la historia.

El tandilense, que cumplirá 21 años el próximo 23 de septiembre, es el segundo argentino que logra el título de varones del Abierto de Estados Unidos después de que Guillermo Vilas lo obtuviera en 1977. Sus otros compatriotas que ganaron un Grand Slam fueron Gabriela Sabatini (1990), también en Estados Unidos, y Gastón Gaudio, en Roland Garros (2004).

Así jugó

Del Potro tardó cuatro horas y seis minutos en conquistar el primer título grande de su carrera, ante Federer, con el que había perdido en las seis ocasiones anteriores que se habían enfrentado.

Pero al argentino no le tembló el pulso y pese a ir casi siempre abajo en el marcador –salvó en el quinto set en el que se adueñó del desarrollo– se mantuvo sereno y logró doblarle el brazo al suizo en una apasionante definición.

El suizo quebró rápidamente para 2-0 y pese a que su primer saque no funcionaba del todo bien, al europeo le alcanzaba con su enorme tenis para mantener la ventaja ante un Del Potro que no encontraba el timing justo con sus golpes.

Tras llevarse el primer set por 6-3, Federer quebró en el primer game del segundo y la suerte del argentino parecía echada.

Pero el tandilense, que a lo largo de todo el torneo mostró una enorme madurez pese a sus 20 años, jugó tranquilo, esperó su oportunidad y la misma llegó en el momento más importante. Federer sacaba 5-4 para cerrar el set pero Delpo se la jugó y con dos passing-shots tremendos de drive igualó el marcador en cinco y levantó al público que colmó el estadio.

Del Potro se quedó con un tie break muy ajustado y su tenis lucía mucho más sólido que el de su rival, lo que le permitió adelantarse 4-3 tras quebrar el saque de Federer, que seguía mostrando fisuras.

Pero el argentino se apuró en el siguiente juego, Federer recuperó el quiebre e igualó el encuentro, que a esa altura tenía una gran cuota de dramatismo.

Los dos tenistas jugaban puntos increíbles pero también cometían errores infantiles: Del Potro tuvo chances de quebrar y ponerse 5-4 arriba pero lo perdió y luego con su saque cometió dos doble faltas seguidas para dejar escapar el set.

Si bien Federer había ganado el set, una acalorada discusión con el juez de silla por la tardanza de Del Potro de pedir el ojo de halcón –repetición en pantalla gigante de las pelotas dudosas– marcaba que el suizo no la pasaba bien.

Del Potro arrancó un tanto cajoneado el cuarto parcial y en sus dos primeros games de saque estuvo a punto de perderlo pero consiguió levantar los break points en contra.

En el quinto parcial, el argentino pudo hacer pesar la potencia de su derecha y se quedó con el quiebre para adelantarse 3-2 pero otra vez Federer logró emparejarlo en el octavo juego (4-4).

El encuentro tenía un alto grado de dramatismo y llegó a su punto más alto cuando Federer estuvo a dos puntos de ganarlo: Del Potro sacó 4-5 y 30-30 pero el argentino consiguió un ace y un saque ganador para salir del dificilísimo momento.

A puro saque y potencia, Del Potro logró forzar otro tie-break y con la confianza por las nubes apabulló a Federer, que parecía vencido cuando perdió el cuarto set.

Con esa ventaja y la potencia de sus golpes explotando en cada puntos, Del Potro demolió a Federer y lo terminó de liquidar en el octavo juego cuando volvió a quebrarle el saque al suizo para vencerlo por 6-2 en el parcial final.

Así llegó

Juan Martín ya había bajado a otro gigante en semifinales: el domingo aplastó por un triple 6-2 al español Rafael Nadal, mientras que Federer había dejado en el camino al serbio Novak Djokovic, tercer cabeza de serie, por 7-6 (7-3), 7-5 y 7-5.

Del Potro llegó a este Abierto con el envión que le había dado ganar en Washington por segundo año consecutivo -venció en la final a Roddick- y alcanzar el encuentro decisivo en el Masters 1000 de Montreal, donde cayó con Murray.