Luego de su resonante triunfo en el US Open, el tenista argentino Juan Martín Del Potro regresó al país en un vuelo de American Airlines y Ezeiza fue una fiesta. "Agradezco a todos por estar acá, por acompañarme", fueron las primeras palabras del tenista, rodeado de cámaras y micrófonos.

Más tarde, a las 13, Delpo dio una conferencia de prensa en la que anunció que irá por más. "Ganar el US Open es un sueño cumplido. Ahora quiero ser número uno del mundo", afirmó, aunque aclaró que es un objetivo a largo plazo. "Ahora hay algunos jugadores que están por encima de mi nivel", admitió.

También reconoció que tuvo "momentos críticos" en la final, como cuando perdió el tercer set. "Creí que lo iba a ganar", prosiguió, para luego revelar la fórmula: "Llegué al banco, bajé la cabeza y pensé que no tenía nada que perder".

Sobre la injerencia del público, manifestó: "Es muy importante el apoyo de la gente, me gusta que la gente me aliente. Federer y Nadal son locales siempre. El otro día en la final estuvo muy parejo y por momentos sentí que la gente estaba más de mi lado. Cuando estoy en la cancha trato dar un buen espectáculo".

También agradeció el respaldo del público argentino: "Me pone orgulloso que tanta gente esté pendiente de mis partidos, por eso digo que no puedo dejar de entregar todo en la cancha".

Y fue muy elogioso hacia su coach, Franco Davin: "Me doy cuenta de lo gran entrenador que es cuando me dice cosas que me entran enseguida. Cuando gané mi primer torneo quería festejar y me dijo que no porque al otro día teníamos que volver a jugar otro torneo".

Del Potro ganó más que un torneo de grand slam: un cheque de 1.850.000 dólares y un auto Lexus. "Este me lo quedo yo, pero es difícil traerlo a la Argentina. Lo que quiero es la copa, que me dijeron que va a tardar unos días en llegar. Es lo que mas quiero tener al lado de mi cama", aseguró.