Después de cualquier elección, vienen los análisis. Ajenos y propios, para el candidato a gobernador Miguel Del Sel, como ya lo anticipó su compañero de fórmula, Jorge Boasso, la ciudadanía expresó este domingo un deseo de cambio y a su entender su tocayo socialista, Miguel Lifschitz representa más de lo mismo. Aventuró que la presencia de Carlos Reutemann anoche en los festejos en Puerto Norte pueden atraer el voto peronista. Y también pronosticó que lo apoyarán radicales “desencantados con el socialismo”.

Quitó importancia a las críticas contra su falta de experiencia y anticipó que ahora más que nunca recorrerá la provincia con su equipo técnico. Tal vez se trate de una estrategia para despejar, justamente, otro de los grandes interrogantes que ya se plantearon en Rosario3.com en un artículo de opinión: “¿Depositarán los electores su confianza en una persona sin experiencia y que cuando abre la boca parece lo más lejano que puede haber a un estadista?”

“Quizás muchos peronistas nos acompañen porque lo vieron al Lole anoche, no se qué pueda pasar”, deslizó en diálogo con A Diario, el programa que conduce Alberto Lotuf por Radio 2.

Más tarde, en el programa De 12 a 14 de El Tres, sumó a los boinas blanca: “Muchos peronistas y radicales nos van a acompañar. Hay un radicalismo desencantado con el socialismo”. Y opinó que la presencia de Boasso en la fórmula es una fortaleza en ese sentido.

También se refirió a una de las grandes críticas en su contra: “No he gestionado nunca, y otros cuando empezaron tampoco, no sé por qué siempre se agarran de ese lado”.

“Siempre me castigan por ser humorista, yo estoy orgulloso de haber hecho reír a la gente, soy una persona de bien, trabajadora”, se defendió.

Sobre Lifschitz dijo que representa “la continuidad” de un proyecto que “en ocho años no dio los resultados que quería la gente”. ¿Entonces a qué se debió el buen desempeño del actual gobernador Antonio Bonfatti en el rubro diputado provincial? Para Del Sel, al miedo de los ciudadanos “a un quiebre”. “Por ahí la gente quiere cambiar pero no tanto”, evaluó.

Finalmente, sostuvo que está dispuesto a enfrentar en un debate público a los otros dos candidatos principales, Lifschitz y Omar Perotti, como lo hizo en 2011 con Bonfatti y Agustín Rossi; aunque advirtió que en este tipo de encuentros “suceden cosas raras”.

“Sacan papeles y números que no se sabe si son verdad. Yo voy a salir a contar las cosas que veo y que deseo”, aseguró y anticipó, así, la campaña que se viene.

“Seguramente haré muchas notas esta semana y después a recorrer la provincia. Son dos o tres días de contar esta alegría y después de nuevo subirme al auto y empezar a recorrer”, dijo y cuestionó a quienes basan sus campañas en fortunas gastadas en afiches.