Los familiares de tres personas asesinadas por un adolescente en 2004 presentaron una demanda por 600 millones de dólares contra los fabricantes de un videojuego, argumentando fue eso lo que motivó al joven a recurrir a la violencia.

 

Según publicó en portal El Mundo, la demanda sostiene que Cody Posey jugó "obsesivamente" y durante varios meses al juego ’Grand Theft Auto: Vice City’, antes de asesinar a su padre, madrastra y hermanastra en Nuevo México en julio de 2004.

 

Posey, ahora de 16 años, permanece bajo custodia estatal hasta que cumpla los 21 años.

 

El juego en cuestión muestra actos violentos, lo que según los demandantes no son más que "simulacros virtuales de asesinatos".

 

La demanda contra Posey y las empresas Sony Corporation of America, Take-Two Interactive Software, y su filial, Rockstar Games, alega que las empresas "conspiraron" porque debieron anticipar que sus juegos suscitarían este tipo de violencia.

 

El crimen ocurrió en el rancho del reconocido periodista estadounidense Sam Donaldson, donde el padre del acusado trabajaba como capataz.

 

La defensa sostiene que el joven fue maltratado por su padre durante años, mientras la fiscalía insiste en que Posey es un asesino despiadado.

 

Las tres empresas demandadas son objeto de un litigio similar en Alabama, por la muerte de tres policías en 2003.