La muerte de la turista rosarina que falleció el domingo en la reserva natural Laguna Brava, en la precordillera de La Rioja, derivó en el inicio de una investigación administrativa y una demanda civil y penal contra el Estado por parte de la familia de la víctima. La familia denunciará que existió "abandono de persona", por parte de los guardafaunas a cargo del control de ingreso a la reserva natural".

Graciela Vives, una docente de filosofía de 56 años, murió entre la noche del domingo y la mañana del lunes en la reserva Laguna Brava, a mas de 4 mil metros de altura, cuando intentó auxiliar a su esposo, Jorge Petti, de 59, con quien recorría la zona a bordo de un automóvil que se detuvo por un desperfecto mecánico.

El matrimonio oriundo de la ciudad de Rosario había ingresado el domingo a la mañana al parque en un Renault Mégane. A la noche, los guardafaunas que habían permitido su acceso reportaron a la policía con base en el poblado de Jagüé, que los turistas no habían regresado.

Una misión integrada por policías y guardafaunas encontró alrededor de las dos de la mañana del lunes a Petti semidesvanecido cerca del automóvil y a su esposa fallecida, la hallaron recién a la mañada de ese días a varios kilómetros de distancia. 

Según relató el hombre, el auto se había descompuesto, por lo que quedaron a la intemperie en una zona donde la temperatura –a la noche– desciende varios grados bajo cero.

Petti, quien permanece en la ciudad riojana de Villa Unión, relató a la prensa que al parecer tuvo "un preinfarto y ella quiso ayudarme, y mire qué terrible lo que sucedió... aún no lo puedo creer. Acaban de decirme que murió de un edema de pulmón debido al frío".

"Siempre íbamos a Córdoba, pero en esta oportunidad y por primera vez vinimos a La Rioja", dijo el hombre, dueño de un comercio de cotillón ubicado en Suipacha 1270 de Rosario.

Su mujer era profesora de filosofía, trabajaba como adjunta en el área de Formación Docente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y también dictaba cátedra en un profesorado del Normal II. 

Por su parte el guardafauna Eduardo Urriche, uno de los encargados del puesto de control en proximidades de la reserva, dijo que "como a todos los turistas, les explicamos que es una zona alta y se recomienda visitar la laguna, a 80 kilómetros de la cabina (de control). Pero creemos que se entusiasmaron con el paisaje y fueron más arriba, hacia el norte, unos 40 kilómetros más, y allí se les paró el auto y los encontró la noche".

Sin embargo, el abogado Adrián Páez, patrocinante de la familia, anticipó hoy que se demandará penal y civilmente a la Provincia, al Municipio de Vinchina y a la Secretaría de Ambiente. 

La familia denunciará que existió "abandono de persona", por parte de los guardafaunas a cargo del control de ingreso a la reserva natural, según precisó Páez.

Por su parte el secretario de Ambiente del gobierno local, Nito Brizuela, dijo hoy que su organismo inició una investigación administrativa para determinar si existió responsabilidad de los guardafaunas que permitieron el paso del matrimonio hacia la Laguna Brava.

Brizuela explicó que actualmente se presenta una situación en la zona de Jagüé, "donde hay dos pasos, uno viejo, donde está el puesto de guardafauna y otro sobre la ruta nueva, aproximadamente a 5 kilómetros del lugar".

"Mucha gente pasa por ahí y no es detectada por el guardafauna o dicen que no van a la Laguna, pero como pasan cerca, ingresan", agregó.

Desde el área de Ambiente informaron que "los guardafaunas indican el recorrido que deben realizar los turistas y explican la conducta que deben mantener en una reserva natural".

El área de Ambiente de la Provincia también recordó que está en plena vigencia la Resolución 133/07, donde se establece que la circulación sólo es permitida en vehículos de tracción doble o similares características, por los caminos existentes y nunca a campo traviesa, además está prohibido el ingreso con motos o cuatriciclos.

Además, especifica que la temporada de ingreso está comprendida entre el 1 de septiembre y el 30 de abril del año siguiente y de mediar buen tiempo en los meses no comprendidos en la temporada, los guardafaunas podrán autorizar el ingreso, previa habilitación de la autoridad competente, informó el área ambiental del gobierno.

Fuente: Télam