Una mujer denunció que robaron de su casa pruebas que demostraban la relación entre políticos, policías y vendedores de droga. Se trata de Silvina Osef, ex policía y madre de un joven recuperado de la droga, quien junto a Norma Castaño denunció hace algún tiempo la connivencia entre el poder santafesino y el narcotráfico.

“Hasta esa hora había sido un día como cualquier otro", cuenta Silvina a Rosario3.com. "Nos levantamos temprano y cada uno de mis hijos partió a sus obligaciones”, recuerda. Pero la sorpresa se produjo alrededor de las 10, cuando Silvina venía de la carnicería en dirección a su casa. Allí se encontró con cuatro vendedores ambulantes que llevaban fuentones y mangueras. Uno de los hombres le pidió que le comprara algo, ella se negó y cuando puso la llave en la cerradura, la empujaron y entraron con ella a la vivienda por la fuerza.

Dos de los hombres se quedaron en la galería custodiando y los otros dos que ingresaron a la casa la amenazaron con un revólver calibre 45. “Yo pensé que querían robarme y les dije que no tenía nada de valor", asegura Silvlina. Pero entonces sucedió algo extraño: "Ellos me gritaron «Danos las pruebas pedazo de hija de mil putas, que ya nos tenés cansados con las pruebas vos y la otra»", en alusión a Norma Castaño, la madre de otro joven drogadependiente que hace cuatro años denunció la complicidad entre policías de Santa Fe y vendedores de droga y que ya fue víctima de varias agresiones.

La mujer explica que se resistió a dárselas hasta que uno de los sujetos tomó su celular y le dijo: “Ya sabemos que tu hijo ahora está en la peluquería, si yo hago esta llamada le volamos la cabeza”. Frente a la amenaza, Silvina fue hasta el rincón de la cocina donde tenía guardadas las pruebas.

El material estaba escondido en el interior de una caja de zapatos detrás del cielorraso. “Se trata de casetes de audio y video en los que aparecen autoridades políticas y policiales (de la gestión de la ex jefa de Policía Leyla Perazzo). En esas filmaciones podían constatarse –según asegura Osef– operativos policiales en los que se preveía la liberación de las rutas en determinados días del mes para facilitar el tráfico de mercaderías”.

Una vez que obtuvieron los casetes, se fueron. Silvina, que quedó sola en su casa, se comunicó con su hijo para constatar que estuviera bien y envió un mensaje de texto al celular del jefe de Policía de la provincia, el comisario general Jorge Pallavidini, contándole lo sucedido. “Yo lo conozco mucho a Pallavidini y lo considero buena persona, por eso le mandé el mensaje diciéndole que no aguanto más y que necesito protección”, explica.

Hasta ahora, no recibió respuesta a su reclamo de ayuda y decidió no hacer la denuncia en la seccional local. “¿Para qué denunciar allí?, se pregunta. "El pobre policía que te recibe una denuncia no puede hacer nada y el que sí puede, es un corrupto que apoya a la lacra”, evalúa. Silvina Osef adelantó que concurrirá este jueves a la Justicia Federal para denunciar lo ocurrido.