Un nuevo reclamo se suma a lo denunciado la semana pasada por el edil
Alberto Cortés respecto de la falta de agua en la ciudad. Patricia vive en barrio Cristalería e indicó que la zona no cuenta con un servicio suficiente ni de calidad. Temen que la situación empeore con la llegada de nuevos vecinos: se trata del área donde ya se comenzaron a emplazar las casas del Programa Habitacional Rosario Norte, que contempla un total de 1.443 viviendas.
En diálogo con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2, Patricia sostuvo que tras la inaguración de las primeras 231 casas en agosto pasado el suministro del agua se resintió. “Hace más de tres meses que tenemos menos del 70 por ciento del caudal de agua que teníamos”, apuntó Patricia a la vez que señaló que la planta de ósmosis que inauguró el gobernador Antonio Bonfatti en barrio Godoy no alivió la situación que con la llegada de las altas temperaturas parece aún más apremiante.
La vecina sostuvo que además la poca agua que les llega es de mala calidad –“es amarga y salada”– y no sirve para el consumo con lo cual los residentes del lugar se ven obligados a comprar agua envasada.
Ya pocos días atrás, Cortés había pedido una reunión urgente con representantes de Assa para tratar la problemática en el barrio Toba del sudoeste rosarino donde se mezcla la red con agua de pozo y se registraron “enfermedades gástricas”. Pero en la zona oeste, en Bella Vista, también padecen de problemas similares. La falta de agua parece afectar a la ciudad entera.
En diálogo con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2, Patricia sostuvo que tras la inaguración de las primeras 231 casas en agosto pasado el suministro del agua se resintió. “Hace más de tres meses que tenemos menos del 70 por ciento del caudal de agua que teníamos”, apuntó Patricia a la vez que señaló que la planta de ósmosis que inauguró el gobernador Antonio Bonfatti en barrio Godoy no alivió la situación que con la llegada de las altas temperaturas parece aún más apremiante.
La vecina sostuvo que además la poca agua que les llega es de mala calidad –“es amarga y salada”– y no sirve para el consumo con lo cual los residentes del lugar se ven obligados a comprar agua envasada.
Ya pocos días atrás, Cortés había pedido una reunión urgente con representantes de Assa para tratar la problemática en el barrio Toba del sudoeste rosarino donde se mezcla la red con agua de pozo y se registraron “enfermedades gástricas”. Pero en la zona oeste, en Bella Vista, también padecen de problemas similares. La falta de agua parece afectar a la ciudad entera.