El debut del nuevo Congreso fue tan complejo como se preveía. Primero hubo acuerdo para definir los cargos más importantes -presidencia del cuerpo, vicepresidencias y control de las comisiones-, después eso se cayó y entonces la oposición logró quórum propio e inició la sesión sin el oficialismo y con la presidencia de Lidia Satragno, Pinky. A los pocos minutos, el bloque del Frente para la Victoria concretó su ingreso y recién a las 18.40 comenzó la esperada y problemática jura de los 127 diputados nacionales electos en las elecciones del 28 de junio. Ya avanzada la noche, y después de otro cuarto intermedio, la oposición volvió a imponer su número y forzó que, contra la voluntad kirchnerista, se defina la integración de las comisiones. El oficialismo ya no tendrá mayoría en ellas, aunque sí la presidencia de cuatro que se consideran clave para la gobernabilidad.

Además, el diputado K Eduardo Fellner seguirá siendo el presidente del cuerpo. Las vicepresidencias se dividieron en: la primera para el radical Ricardo Alfonsín, la segunda para la oficialista Patricia Fadel y la tercera que iba ser el peronismo disidente quedó por ahora vacante porque también la reclama la Coalición Cívica.

Pasadas las 23.40 la sesión de preparación (si así de intensa fue la preparación como será el resto) pasó a un cuarto intermedio hasta el miércoles 16 (cuando todos los legisladores estén en funciones). Allí se terminarán de conformar las comisiones, aunque según destacó Felipe Solá, del peronismo disidente, "la oposición tiene mayoría en absolutamente todas las comisiones". "Es un resultado profundamente molesto para el gobierno", recalcó.

Agustín Rossi, titular del bloque del Frente para la Victoria, se quejó porque la oposición "no respeto el reglamento" interno de la Cámara y destacó que la mayoría que lograron fue "circunstancial". "Es el rejuntado contra el resto", criticó.

Previa a la reunión del 16, que completará esta larga e histórica sesión de jueves, habrá un encuentro el miércoles 9 para avanzar en la conformación de distintas comisiones. Un dato para destacar: la última hora de debate Néstor Kirchner ya no estuvo presente. Aunque Rossi lo negó, el ex presidente habría estado muy molesto por el acuerdo final logrado.

La jura

Una hora después de iniciada la jura, les tocó el turno a los nueve santafesinos, que asumieron en tres tandas. Primero fue el turno de los justicialistas no K, Carlos Carranza, Daniel Germano y Juan Carlos Forconi. Después, hicieron lo propio Agustín Rossi y Celia Arena. Y acto seguido pasaron al frente del recinto los cuatro integrantes del Frente Progresista santafesino Alicia Ciciliani (PS), Jorge Álvarez (UCR), Carlos Comi (ARI-CC), Carlos Favario (PDP).

Sin acuerdos y en ese clima de extrema tensión, también asumieron figuras como Néstor Kirchner -quien estuvo en el segundo grupo en concretar la jura- Elisa Carrió -silbada por la barra k-, Pino Solanas, Gabriela Michetti y Francisco De Narváez, entre otras nuevas figuras politicas del Congreso.

La ceremonia concluyó poco más de una hora después (a las 19.50) y se pasó a un cuarto intermedio que en principio era de diez minutos pero que se estiró por falta de acuerdo.

Hasta que la oposición volvió a imponer su número y forzó una definición, que ya se explicó más arriba.

Jornada caliente

Cerca de las 17 de este jueves a pura rosca, se habló de un principio de acuerdo para que el oficialismo retenga la presidencia de la Cámara de Diputados pero ceda a cambio la vicepresidencia primera y el control de algunas comisiones. Sin embargo, esa negociación se empantanó y antes de las 18 la oposición, con su nueva composición mayoritaria, logró quórum propio -tiene más de 140 legisladores- e ingresó al recinto sin el oficialismo, algo que no ocurría hace años y no tiene antecedentes en la era K.

Antes de las 18, Graciela Camaño irrumpió en escena, abrió la sesión (invocando su rol de titular de la comisión de Asuntos Constitucionales) e invitó a Lidia Satragno, Pinky, a que presida la sesión por ser la legisladora con mayor edad. Acto seguido Camaño izó la bandera, por la ausencia de Paulina Fiol, la santafesina del Frente para la Victoria.

El primero en hablar fue Oscar Aguad, presidente del bloque de la UCR, quien propuso la continuidad de Pinky en la presidencia provisional. Eduardo Macaluse, titular del bloque de centroizquierda SI, pidió en cambio se respete “al voto de la gente que también incluye al oficialismo y los acuerdos previos” y se pase a un cuarto intermedio antes de continuar con la sesión.

En ese momento -donde imperaba la incertidumbre-, se produjo el ingreso de los primeros legisladores del Frente para la Victoria, que culminó cuando Néstor Kirchner hizo lo propio y se sentó junto a Agustín Rossi, entre silbidos y aplausos de una barra dividida.

El ¿acuerdo?

Antes de que se caiga, el acuerdo consistía en que la presidencia continuaría en manos del diputado del Frente para la Victoria, Eduardo Fellner, y vicepresidencia segunda irá al mismo signo político. Mientras que la vicepresidencia primera sería para el radicalismo y la ocuparía el diputado electo por la provincia de Buenos Aires, Ricardo Alfonsín.

En tanto, Alfredo Atanasof, del peronismo disidente se haría cargo de la tercera vicepresidencia. Además, se analizaba crear una cuarta, que quedaría en manos de la Coalición Cívica.

Pero el tema se empantanó en la integración de las comisiones. El Frente para la Victoria pretendía conservar la mayoría en Presupuesto, Asuntos Constitucionales, Peticiones y Juicio político. Finalmente, la oposición impuso su número y sólo cedió las presidencias de esas comisiones.