Un ex trabajador ferroviario llamado Alfonso Severo, testigo clave en el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra, estaba desaparecido desde anoche, según denunciaron sus familiares. Su auto fue encontrado este jueves en la zona de Avellaneda.

Severo debía declarar este mediodía en los Tribunales Federales porteños de Comodoro Py por el crimen del militante del Partido Obrero, ultimado por una patota presuntamente enviada por la Unión Ferroviaria, en 2010.

Su hijo Gastón dijo que la familia cree que fue secuestrado. “Hace tres días que recibimos amenazas telefónicas, tanto a la casa como al celular de mi papá”, contó.

Ayer a la noche, Severo salió de su casa de Sarandí para ir a visitar a un nieto que había sido operado recientemente. Había una diferencia de 15 cuadras entre su vivienda y la de la madre del nene. Llamó para avisar que iba, pero nunca llegó.

Gastón asegura que su padre conocía a todos los integtrantes de la patota que aparecen en el video del ataque y “sabe qué clase de personas son”.

“Estaba entusiasmado con ir a declarar, porque quería que se aclare todo”, remarcó.

Este jueves, en horas del mediodía, se supo que el auto de Alfonso Severo fue encontrado vacío en la zona de Avellaneda, cerca de su casa, adelantó el sitio Infobae. Es un Renault Clío cinco puertas, color negro, con patente HSA137.

Severo fue empleado de Ferrobaires hasta 2009, cuando una banda armada lo desalojó de su puesto laboral como operario de mantenimiento. Según contó su hijo Gastón, en aquella oportunidad su casa fue baleada. Más tarde, tras el crimen de Ferreyra, Severo declaró como testigo en la etapa de instrucción y reveló que la agrupación del sindicato Unión Ferroviaria (UF) de Plaza Constitución guardaba armas en su oficina de esa terminal de trenes.