Un equipo de científicos estadounidenses ha desarrollado una nueva técnica que podría evitar el rechazo de los trasplantes de islotes pancreáticos en pacientes diabéticos.
A pesar de que el trasplante de islotes de páncreas es una técnica prometedora para muchos pacientes con diabetes tipo 1, aún presenta dificultades por la dificultad para los injertos de sobrevivir a largo plazo.
Hasta ahora, la lucha para evitar que el sistema inmunitario termine rechazando los trasplantes se ha enfocado en terapias de eliminación de algunas células T, encargadas de suprimir elementos extraños en el cuerpo.
Según un artículo publicado hoy en la revista científica Nature, el equipo de investigadores analizó, en monos con islotes trasplantados, el efecto de reducir también la cantidad de células B, linfocitos de los cuales depende la inmunidad medida por anticuerpos.
Descubrieron que la combinación de globulina antitimocito, un preparado anticélulas T, con el anticuerpo rituximab, que ataca las células B, logró prolongar en esos primates la supervivencia de los injertos.
Empleado en el tratamiento de una forma de leucemia, el "linfoma no Hodgin", el rituximab es un anticuerpo monoclonal que se une a una proteína –el antígeno CD20– en la superficie de las células B tanto normales como malignas y, a partir de esa unión, reúne la acción de las defensas naturales del organismo para atacar a las células B malignas.
Dirigido por Ali Naji, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pensilvania (EEUU), el informe revela que la supervivencia a largo plazo de los islotes trasplantados también consigue normalizar los niveles de azúcar en la sangre.
Los científicos destacan la necesidad de estudios posteriores para analizar el potencial de esta técnica también en humanos.
Fuente: EFE