Arqueólogos israelíes aseguran haber descubierto la cantera de la que hace 2000 años se extrajeron los bloques de piedras con los que se construyeron las murallas del templo de Jerusalén, algunos de ellos aún en los cimientos del Muro de las Lamentaciones.
"Siempre nos habíamos preguntado de dónde extrajeron las grandes piedras de esa titánica obra de arquitectura, algunas de más de 10 metros de largo, y hace dos meses descubrimos esta cantera en una inspección de rutina", dijo este lunes el arqueólogo Yuval Baruj, jefe de la Dirección de Antigüedades en el distrito de Jerusalén.
"Los restos encontrados, como cerámicas y monedas, atestiguan que esta cantera fue explotada en la época del rey Herodes el Grande", agregó el arqueólogo en una rueda de prensa en el lugar.
Herodes, de origen idumeo, reinó en Judea entre el 40 a.C. y el 4 d.C y, en su afán por ser aceptado por los judíos, expandió y reformó el templo de Jerusalén hasta dimensiones sin precedentes en la zona, entre otros proyectos de ingeniería que importó de Roma.
De ese templo queda hoy únicamente el Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado para el judaísmo, y en sus cimientos, en zonas excavadas bajo el nivel del suelo, aún pueden verse los inmensos bloques de piedra.
"Estos grandes bloques, en su mayoría de más de siete, ocho y nueve metros, y que pesaban más de 5 toneladas, no se emplearon en ninguna otra construcción, por lo que deducimos que su destino era el templo", sostuvo el también arqueólogo Ehud Nesher.
Además, para su traslado se necesitaba una infraestructura que sólo estaba al alcance de alguien como el rey, o los romanos que gobernaban Judea.
Hasta ahora se creía que la cantera de la que se construyó el bíblico templo se hallaba cerca o dentro de la ciudad vieja, por ejemplo en las proximidades de la fortaleza Antonia de los romanos.
Fuente: EFE
"Siempre nos habíamos preguntado de dónde extrajeron las grandes piedras de esa titánica obra de arquitectura, algunas de más de 10 metros de largo, y hace dos meses descubrimos esta cantera en una inspección de rutina", dijo este lunes el arqueólogo Yuval Baruj, jefe de la Dirección de Antigüedades en el distrito de Jerusalén.
"Los restos encontrados, como cerámicas y monedas, atestiguan que esta cantera fue explotada en la época del rey Herodes el Grande", agregó el arqueólogo en una rueda de prensa en el lugar.
Herodes, de origen idumeo, reinó en Judea entre el 40 a.C. y el 4 d.C y, en su afán por ser aceptado por los judíos, expandió y reformó el templo de Jerusalén hasta dimensiones sin precedentes en la zona, entre otros proyectos de ingeniería que importó de Roma.
De ese templo queda hoy únicamente el Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado para el judaísmo, y en sus cimientos, en zonas excavadas bajo el nivel del suelo, aún pueden verse los inmensos bloques de piedra.
"Estos grandes bloques, en su mayoría de más de siete, ocho y nueve metros, y que pesaban más de 5 toneladas, no se emplearon en ninguna otra construcción, por lo que deducimos que su destino era el templo", sostuvo el también arqueólogo Ehud Nesher.
Además, para su traslado se necesitaba una infraestructura que sólo estaba al alcance de alguien como el rey, o los romanos que gobernaban Judea.
Hasta ahora se creía que la cantera de la que se construyó el bíblico templo se hallaba cerca o dentro de la ciudad vieja, por ejemplo en las proximidades de la fortaleza Antonia de los romanos.
Fuente: EFE