Desarrollada por la Universidad de Salamanca (USAL) y las empresas biotecnológicas españolas Bio-inRen y Digna Biotech, la investigación demuestra que la administración de la proteína denominada cardiotrofina-1, que se encuentra de forma natural en el organismo, es capaz de prevenir el daño sufrido por el riñón ocasionado por una isquemia (falta de riego sanguíneo y, por lo tanto, de oxígeno) y su posterior reperfusión (restablecimiento del riego).

Esta situación, que puede conducir a la muerte del órgano, ocurre en muchas situaciones patológicas y quirúrgicas y es de todas formas inevitable en el trasplante de riñón.

El estudio, realizado fundamentalmente en ratas, mejoraría la evolución a corto y largo plazo de la función renal de los enfermos trasplantados debido a que posibilitaría la eliminación o disminución de la necesidad de diálisis en estos pacientes, además de suponer un avance en la conservación de los órganos donados.

La investigación determina que cuando cardiotrofina-1 se añade al líquido de preservación utilizado para la conservación de los órganos en frío, se previene gran parte del daño sufrido por el riñón durante la preservación.

Además, cuando estos riñones preservados se trasplantan, empiezan a trabajar antes, con lo que la función renal y la supervivencia de las ratas es mejor que cuando se trasplantan riñones que han sido preservados en el líquido sin cardiotrofina-1. “Se sabía que dicha proteína protege frente a daños isquémicos y tóxicos inducidos en hígado y en corazón, por lo que pensamos que también podría hacerlo en riñón”, indica López Novoa.

Asiminsmo, el estudio desvela los mecanismos celulares y moleculares a través de los cuales la cardiotrofina-1 ejerce el efecto protector descrito.

A la vista de estos datos, Digna Biotech ha presentado un ensayo clínico que comenzará en breve con el fin de corroborar estos datos en el trasplante renal en pacientes, lo que, de comprobarse, mejoraría la evolución a corto y largo plazo de la función renal de los enfermos trasplantados ya que podría eliminar o disminuir la necesidad de diálisis en estos pacientes.

Además, supondría un avance en la mejora de la conservación de los órganos, uno de los principales retos a los que actualmente se enfrenta la donación de trasplantes, ya que cada vez los donantes tienen más edad y los riñones son más sensibles al daño por isquemia-reperfusión. Dicho ensayo ha recibido ya la aprobación de los comités éticos de los hospitales participantes y se espera la aprobación de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).

Fuente: SINC – Universidad de Salamanca (España)