Afuera de la ciudad pero plenamente informado del panorama que vive Rosario. Al tanto de los reclamos que surgieron durante su ausencia, el intendente Miguel Lifschitz descartó desde San Francisco un aumento de sueldo para los empleados municipales. "El municipio no está en condiciones de afrontar un incremento. El presupuesto 2007 no tiene la solvencia como para permitir una suba salarial", advirtió Lifschitz en diálogo con el periodista Sergio Roulier.

En este sentido, todo hace suponer que el panorama para la intendencia será de conflicto este 2007. Es que los municipales piden un incremento del 20 por ciento y avizoran un horizonte de conflicto si ese aumento no se concreta.

El secretario general del Sindicato de Municipales, Néstor Ferraza, aseguró que exigirán un incremento del 20 por ciento en el sueldo básico. Además, Ferraza sostuvo que la cifra del 20 por ciento es acorde a la inflación real, no la que difunde el gobierno y advirtió sobre la posibilidad de que el gremio decida medidas de fuerza si no hay repuesta.

El año pasado fue profuso en medidas de fuerza por parte de las municipales, que obtuvieron así el aumento del 20 por ciento que reclamaban.

El reclamo de los municipales se da en el mismo momento en que la conducción del gremio de los choferes de colectivos discute con los empresarios del sector un aumento de sueldo. También los colectiveros pararon en 2006 y por ambos conflictos muchos costos políticos pagó Lifschitz.

No, por ahora el secretario general de la UTA no habló de medidas de fuerza, a pesar de que en la reunión que mantuvo con los empresarios del transporte no se avanzó hacia el "innegociable" reclamo del 20 por ciento de aumento.

"Lo positivo es que se abrió el diálogo", dijo Cornejo a De 12 a 14. La semana que viene habrá una nueva reunión.
Este panorama conflictivo en el frente gremial no favorece al intendente Lifschitz, que ya avisó que la tarifa de colectivos no se puede volver a tocar, justo en un año en que se define su posibilidad de ser reelecto.

En tanto, Agustín Bermúdez, titular de la empresa Rosario Bus, manifestó que el intendente debería mediar entre los choferes y las empresas de transporte. Consultado sobre esta idea, el intendente también respondió con una negativa desde San Francisco. "Se trata de una discusión paritaria que involucra a la patronal y a los trabajadores y de ninguna manera es competencia del intendente. No voy a intervenir", concluyó Lifschitz.