El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama fue al corazón de Wall Street a pronunciar un discurso a un año de la caída de Lehman Brothers, el banco inversor que precipitó la crisis financiera mundial.

Desde allí, el mandatario norteamericano dijo que “Wall Street no puede volver a tomar riesgos sin tener en cuenta las consecuencias”. Y en ese marco volvió a insistir en la necesidad de una mayor regulación.

Obama, afirmó que el país está empezando a salir de lo peor de la crisis y que se reduce la necesidad de que el gobierno acuda en rescate del sistema financiero, pese a lo cual subrayó la urgencia de regular los mercados para evitar una nueva debacle económica.

"Aunque sigue siendo necesario que el gobierno se involucre para estabilizar el sistema financiero, esta necesidad está menguando podemos estar seguros de que las tormentas de los dos últimos años están empezando a despejarse", aseguró Obama.

"Pese a que la recuperación total del sistema financiero tomará bastante más tiempo y trabajo, la creciente estabilidad resultante de las intervenciones significa que estamos empezando a retornar a la normalidad", aseveró.

Sin embargo, puntualizó el mandatario, "la normalidad no puede llevar a la complacencia" y criticó a aquellos en la industria financiera que están "malinterpretando el momento" al "elegir ignorar" las "lecciones" de la crisis y de la quiebra de Lehman Brothers, sostuvo.

En este sentido, Obama advirtió de que no permitirá una vuelta a las antiguas prácticas de riesgo que provocaron la crisis y volvió a insistir en la necesidad de una mayor regulación e indicó que ha "urgido" a los líderes del Congreso para que este mismo año sea aprobada una reforma regulatoria.

Fuente: Télam