Horacio Cejas, el hermano del hincha de Tigre asesinado ayer en las inmediaciones de la cancha de Nueva Chicago, dijo que "fueron unos bárbaros, destrozaron una familia" al tiempo que pidió "justicia" por el crimen.
Marcelo Cejas, de 41 años, de profesión carpintero, tenía cuatro hijos, vivía en la localidad de San Fernando y fue asesinado de un fuerte golpe en la cabeza, probablemente a causa de una pedrada, cuando fue sorprendido por hinchas del Torito en la avenida Cárdenas y San Pedro, del barrio de Mataderos.
Horacio Cejas, hermano de la víctima, en declaraciones radiales pidió "justicia" y agregó que "esto es injustificable, destrozaron una familia, son unos bárbaros, no sé por qué le hicieron esto, hay que agarrar a los culpables".
También dijo que llegó al Hospital Santojanni con la intención de verlo vivo “porque él había superado varios accidentes en su trabajo, cortándose una mano, pero esta vez no pudo con estos criminales".
"Trabajaba en su carpintería a mil, todo para sus hijo. Pero también era un buen vecino, muy querido en el barrio, hasta había pensado en poner un comedor comunitario para los chicos pobres", añadió el hermano de hincha de Tigre asesinado.
"Fue una emboscada, hubo una zona liberada, no puede ser que la gente de Chicago estuviese en la calle antes que los de Tigre; eso se puede ver en las imágenes de la televisión", señaló el familiar de la víctima, quien agregó que a Cejas "una vez que cayó en el piso le siguieron pegando, hay testimonios de ello".
“Me pidió que me fuera corriendo”
Nahuel, de 16 años, sobrino de Marcelo Cejas, dijo que su tío, al ser alcanzado por una pedrada, "cayó al piso y, todavía consciente, me pidió que me fuera corriendo".
El chico, que junto a su tío había ido a la cancha de Chicago a presenciar el partido con Tigre, por la Promoción, señaló que "volvíamos caminando para buscar el colectivo 21 que nos llevara de vuelta".
"Entonces aparecieron unos quince o veinte de Chicago. Me tío llevaba puesta la camiseta de Tigre por arriba de la ropa, porque siempre lo hacía, era fanático. Empezaron a gritar y a tirar piedras", agregó el muchacho todavía conmocionado.
Nahuel comentó que "una piedra vino volando desde costado y le pegó en la cabeza, cayó al piso y todavía consciente me pidió que me fuera. Cuando me alejaba, vi que le dio el celular a un muchacho. Después me enteré que fue quien llamó al hermano de mi tío, a Horacio", agregó.
"Casi al mismo tiempo, le empezó a dar una ataque, temblaba en el piso (convulsiones) y le salía sangre de la cabeza. Corrí para que no me alcanzaran y después un auto me levantó y me acercó hasta San Fernando. Cuando llegué supe que ya estaba muerto", manifestó el sobrino de la víctima.
Marcelo Cejas, de 41 años, de profesión carpintero, tenía cuatro hijos, vivía en la localidad de San Fernando y fue asesinado de un fuerte golpe en la cabeza, probablemente a causa de una pedrada, cuando fue sorprendido por hinchas del Torito en la avenida Cárdenas y San Pedro, del barrio de Mataderos.
Horacio Cejas, hermano de la víctima, en declaraciones radiales pidió "justicia" y agregó que "esto es injustificable, destrozaron una familia, son unos bárbaros, no sé por qué le hicieron esto, hay que agarrar a los culpables".
También dijo que llegó al Hospital Santojanni con la intención de verlo vivo “porque él había superado varios accidentes en su trabajo, cortándose una mano, pero esta vez no pudo con estos criminales".
"Trabajaba en su carpintería a mil, todo para sus hijo. Pero también era un buen vecino, muy querido en el barrio, hasta había pensado en poner un comedor comunitario para los chicos pobres", añadió el hermano de hincha de Tigre asesinado.
"Fue una emboscada, hubo una zona liberada, no puede ser que la gente de Chicago estuviese en la calle antes que los de Tigre; eso se puede ver en las imágenes de la televisión", señaló el familiar de la víctima, quien agregó que a Cejas "una vez que cayó en el piso le siguieron pegando, hay testimonios de ello".
“Me pidió que me fuera corriendo”
Nahuel, de 16 años, sobrino de Marcelo Cejas, dijo que su tío, al ser alcanzado por una pedrada, "cayó al piso y, todavía consciente, me pidió que me fuera corriendo".
El chico, que junto a su tío había ido a la cancha de Chicago a presenciar el partido con Tigre, por la Promoción, señaló que "volvíamos caminando para buscar el colectivo 21 que nos llevara de vuelta".
"Entonces aparecieron unos quince o veinte de Chicago. Me tío llevaba puesta la camiseta de Tigre por arriba de la ropa, porque siempre lo hacía, era fanático. Empezaron a gritar y a tirar piedras", agregó el muchacho todavía conmocionado.
Nahuel comentó que "una piedra vino volando desde costado y le pegó en la cabeza, cayó al piso y todavía consciente me pidió que me fuera. Cuando me alejaba, vi que le dio el celular a un muchacho. Después me enteré que fue quien llamó al hermano de mi tío, a Horacio", agregó.
"Casi al mismo tiempo, le empezó a dar una ataque, temblaba en el piso (convulsiones) y le salía sangre de la cabeza. Corrí para que no me alcanzaran y después un auto me levantó y me acercó hasta San Fernando. Cuando llegué supe que ya estaba muerto", manifestó el sobrino de la víctima.


