Cascos azules de la ONU fueron desplegados en la frontera entre Líbano e Israel, donde el miércoles se produjo un tiroteo entre soldados de ambos países, primer incidente armado desde el fin de la guerra del año pasado entre Israel y la milicia chiíta libanesa Hezbolá.

El incidente se produjo cuando el ejército libanés hizo fuego de artillería contra una posición militar israelí en la región de Marún-a-Ras, en la frontera sur del Líbano, hacia la cual tropas israelíes avanzaron en la noche para una operación de limpieza de minas.

La Fuerza Interina de las Naciones Unidas en Líbano (Finul), cuyos 12 mil cascos azules vigilan el respeto de la tregua en el sur del país, desplegó refuerzos en el sector, bajo control del batallón francés.

"El intercambio de disparos fue iniciado por el ejército libanés, que abrió fuego cuando un bulldozer israelí atravesó la barrera de seguridad en una aparente tentativa de limpiar de minas la zona situada entre esta barrera y la Línea Azul", dijo el portavoz de la Finul, Milos Strugar.

El incidente, calificado de grave por la Finul, terminó alrededor de la medianoche, sin que hubiese heridos.

"El comandante en jefe de la Finul, general Claudio Graziano, se puso en contacto con ambas partes, llamándolas a cesar inmediatamente las hostilidades", dijo el portavoz.

En Jerusalén, el general de la fuerza aérea israelí Alon Friedman, jefe del Estado Mayor de la comandancia de la región militar norte, indicó que Israel aumentará el número de vuelos sobre Líbano.

"Estimamos que la calma debería retornar, pero nos preparamos para todas las eventualidades", comentó el general Friedman.

En este sector, la valla que separa los dos países es distinta de la Línea Azul trazada por la ONU en 2000 para fijar el límite entre Israel y Líbano.

La imprecisión sobre el trazado exacto de la frontera es fuente regular de tensiones en esta región donde el partido chiita Hezbolá, siempre importante aún cuando ha vuelto a las actividades civiles, sigue acusando a Israel de actos agresivos.

El miércoles, los habitantes de la zona fronteriza estaban inquietos por los movimientos de tropas israelíes observados en los últimos días en la zona de la Línea Azul.

En la tarde, dos excavadoras para levantar minas escoltadas por tanques Merkava fueron vistas cuando se acercaban a la Línea Azul, cerca de Yarún, al sur de Bint Jbeil.

Estos movimientos llevaron al ejército libanés a reforzar su presencia y a desplegar unos 70 soldados apoyados por tanques, antes de que comenzaran los primeros disparos de artillería.

El avance de los tanques israelíes fue acompañado por helicópteros que sobrevolaban el área lanzando bengalas.

Según los servicios de seguridad libaneses, un tanque libanés fue alcanzado por un obús israelí durante el tiroteo.

El miércoles en la tarde, una portavoz del ejército israelí explicó que una unidad de ingeniería, con excavadoras, había comenzado a nivelar el sector, en territorio israelí, donde el lunes fueron descubiertas cuatro cargas explosivas entre la Línea Azul y la valla de seguridad.

Israel acusó al Hezbolá de haber instalado las cargas y dijo que eran la prueba de que el partido chiita no ha terminado sus "operaciones hostiles".

El martes, el Hezbolá desmintió las acusaciones y afirmó que las cargas fueron colocadas antes de la guerra de julio y agosto pasado.

Se trata también del primer incidente entre los ejércitos libanés e israelí desde que el Estado hebreo emprendió una guerra de 34 días contra Hezbolá en Líbano, que terminó el 14 de agosto por un acuerdo de alto el fuego bajo patrocinio de la ONU.