Cuando los bebés nacen prematuramente, son atendidos en un entorno hospitalario que, aunque es muy exitoso para salvar sus vidas, no se parece mucho al útero de la madre, donde se produce el desarrollo idóneo.

La Unidad típica de Cuidados Intensivos Neonatales cuenta con intensivistas altamente cualificados e incubadoras que regulan la temperatura y la humedad, pero Amir Lahav, director del Laboratorio de Investigación Neonatal en el BWH (Brigham and Women´s Hospital) pensó que algo faltaba: simular los sonidos maternos que un bebé oye en el útero.

Ahora, una nueva investigación conducida por Lahav y sus colegas asocia la exposición a una grabación de audio de los latidos del corazón de la madre y su voz con una menor incidencia de problemas cardiorrespiratorios en bebés nacidos prematuramente. Esta investigación se ha hecho pública a través de la revista académica especializada “The Journal of Maternal-Fetal and Neonatal Medicine”.

Los resultados de esta investigación muestran que podría ser posible mejorar la salud fisiológica de estos bebés nacidos prematuramente usando tratamientos no farmacológicos, como por ejemplo la estimulación auditiva.

Como no han completado su desarrollo, estos bebés experimentan altas tasas de problemas pulmonares y cardiacos, incluyendo apnea (pausas en la respiración de más de 20 segundos) y períodos de ritmo cardiaco notablemente lento. Los autores del nuevo estudio buscaban determinar si una estimulación auditiva podría mitigar la incidencia de estos problemas cardiorrespiratorios.

Para realizar el estudio, Lahav trabajó con catorce niños nacidos muy prematuramente (entre las semanas 26 y 32 de gestación) que fueron ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del BWH. Los bebés recibieron estimulación auditiva de sonidos maternos cuatro veces al día durante su hospitalización en la citada unidad. Cada niño recibió una estimulación sonora personalizada (una grabación de la voz y los latidos de su propia madre). La grabación fue reproducida en la incubadora del bebé mediante un microsistema de audio especializado que fue desarrollado en el laboratorio de Lahav.

En general, los investigadores constataron que cuando los bebés estaban expuestos a la estimulación de sonidos maternos, los problemas cardiorrespiratorios se presentaban con una frecuencia mucho menor que cuando estaban expuestos a los ruidos y otros sonidos rutinarios del hospital.

Fuente: Noticias de la Ciencia y la Tecnología