En lo que va del año, el municipio local ya detectó más de cien licencias de conductir truchas. Más allá de las denuncias penales correspondientes, está en marcha una investigación para intentar determinar dónde se producen y si se las comercializa.

El director de Asuntos Jurídicos del gobierno rosarino, Alejandro Schvartzman, confió a Radio 2 que, en las últimas horas, los abogados del gobierno rosarino presentaron una nueva tanda de denuncias penales. En total, 17. Que sumadas a las realizadas en los meses previos, da un total de cien desde enero.

"No hemos descubierto gurpos organizados, son particulares", detalló. Abundó: "Se intenta descubrir la usina de la producción de estos carnés".

Quienes son encontrados con una licencia de conducir trucha enfrenta una causa judicial por defraudación a la administración pública y además por uso de documento público adulterado.

Tras la denuncia, el municipio pide el pago indemnizatorio equivalente a la pena máxima prevista, sanción que suele traducirse en una probation.

"La existencia de carnés apócrifos es permanente", lamentó Schvartzman. "En Asuntos Jurídicos hacemos permanentemente denuncias, presentaciones judiciales", planteó. Y luego aclaró: "No vemos que haya un incremento notable, sí una permanencia en el tiempo".