El represor Roberto Oscar González, uno de los prófugos históricos de la megacausa Esma, acusado por el asesinato del periodista y militante Rodolfo Walsh, fue capturado este martes por la Policía Federal de Brasil en Río Grande do Sul.
Agentes de la Policía Federal "gaúcha", que representan en Río Grande do Sul a Interpol, arrestaron al ex policía González, de 64 años, requerido por la justicia argentina por su participación en crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura, informó este miércoles el sitio brasileño Zero Hora.
El represor prófugo con pedido de captura de Interpol residía desde hace casi una década en la ciudad de Viamão, a poco más de 40 kilómetros de Porto Alegre, una de las ciudades más importantes de Brasil y capital del estado de Río Grande do Sul.
González fue uno de los responsables del asesinato del periodista, escritor y militante montonero Rodolfo Walsh.
Según la investigación judicial del crimen, Walsh fue asesinado el 25 de marzo de 1977, entre las 13.30 y las 16, cuando él intentó sacar su pistola calibre 22 para que no pudieran capturarlo con vida decenas de represores que lo aguardaban en una cita "cantada".
Cuando intentó sacar el arma, “un grupo de la Unidad de Tareas 3.3.2 de la Esma, integrado por entre 25 y 30 personas, comenzó a dispararle hasta que la víctima se desplomó en la avenida San Juan entre Combate de los Pozos y Entre Ríos”, precisó el expediente.
Pese a versiones previas, según las cuales lo secuestraron herido pero vivo, la investigación judicial concluyó que la muerte se produjo inmediatamente y que lo cargaron ya sin vida en un auto para trasladarlo a la ESMA “sin poderse precisar, al día de la fecha, el destino dado a sus restos”.
El oficio y la militancia de Walsh se fusionaron en todos sus actos, incluidos los libros de investigación periodística que escribió, su participación en la etapa fundacional de la agencia cubana Prensa Latina, en el periódico de la CGT de los Argentinos, en el diario Noticias, en la agencia clandestina Ancla desde la que resistió a la última dictadura y en su Carta abierta a la Junta Militar, enviada el mismo día de su muerte.
Junto a González, por el asesinato de Walsh están acusados Julio César Coronel, Enrique Yon, Ernesto Frimon Weber, Pedro Osvaldo Salvia, Juan Carlos Fotea, Juan Carlos Linarez, Gonzalo Sánchez, Roberto Naya, Carlos Orlando Generoso y Héctor Antonio Febres.
También estuvieron incolucrados en el crimen Alfredo Astiz, Jorge “el Tigre” Acosta, Jorge Rédic y Jorge Vildoza.
Salvia, de 63 años, vivía con González en Viamão pero falleció el 18 junio último en el Hospital de Cardiología de esa ciudad, según un comunicado de la Policía Federal.
"Los dos eran buscados en Brasil hacía más de diez años y fueron localizados en Viamao, en donde vivían", según el mismo informe policial.
Tras el arresto, González fue alojado en celdas de la Policía Federal en Porto Alegre hasta su próximo traslado a una prisión regional, en la que aguardará que el Supremo Tribunal Federal de Brasil se pronuncie sobre la extradición pedida por la Argentina.
González era uno de los represores prófugos, acusados de delitos de lesa humanidad, por los que el Gobierno argentino ofrecía recompensas.
Por otra parte, en febrero de 2013 había sido detenido en un balenario de Angra dos Reis, al sur de Río de Janeiro, el ex prefecto Gonzalo Sánchez, otro miembro del Grupo de Tareas 3.3 de la Armada, con el que participó del operativo en el que fue asesinado Walsh.
Sánchez había logrado burlar a la justicia durante más de siete años y era uno de los cinco prófugos históricos de la megacausa ESMA, entre ellos el capitán (R) Jorge Vildoza, sobre el cual nunca pudieron ser confirmadas las versiones acerca de su supuesta muerte y el ex policía Roberto González, ahora capturado.