El tirador con un rifle de aire comprimido que generó la bronca -y múltiples denuncias- de los vecinos de Dorrego al 200 no era más que un chico de 17 años que vive a una cuadra de allí, en Moreno al 200.

En la vivienda donde el joven vivía con su familia se encontró la escopeta aire comprimido (calibre cinco y medio) que habría utilizado el menor y que pertenecería al padre.

El lunes se conoció la denuncia de los vecinos. El edificio más afectado se encuentra en Dorrego 230.
Según fuentes policiales, "se encontraron casquillos de cinco milímetros y medio y podría tratarse de alguien que tira con un rifle de aire comprimido". "Todas las persianas del edificio agredido están curiosamente agujereadas", explicaron los efectivos.

Hasta ese momento, había más de una docena de denuncias acumulados por los sospechosos disparos, que no eran más que una travesura pesada de un adolescente.