Con motivo del Día Mundial de la Prevención del Cáncer Colorrectal, que se conmemora cada 31 de marzo, el Ministerio de Salud de la Nación, por medio del programa coordinado desde el Instituto Nacional del Cáncer (INC), remarcó que la alimentación saludable y los controles médicos son claves para evitar esa enfermedad, que es una de las principales causas de muerte en el país.

El cáncer colorrectal (CCR) se encuentra entre los de mayor incidencia y mortalidad tanto a nivel mundial como en Argentina, donde es el segundo cáncer más frecuente del total de casos en ambos sexos, detrás del cáncer de mama. Según cálculos de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (International Agency for Reseach on Cancer, IARC), en nuestro país se registraron 13.558 nuevos casos en 2012, de los cuales 7.237 fueron en hombres y 6.321 en mujeres. El CCR causa aproximadamente 8.000 muertes por año en Argentina, ubicándose detrás del cáncer de pulmón, con 9.273 muertes, y precediendo al cáncer de mama que produce 5.700 defunciones cada año.

"Este tipo de cáncer, que se desarrolla en el intestino grueso, es uno de las más prevenibles ya que presenta una lesión precursora de lento crecimiento, que puede ser detectada y tratada tempranamente, por eso estamos enfocados en la prevención y la detección temprana, que nos permite curar a la gran mayoría de los pacientes", subrayó Ubaldo Gualdrini, coordinador del Programa Nacional de Prevención y Detección Temprana del Cáncer Colorrectal (PNCCR) que lleva adelante el INC. En estos días se han redoblado en las redes sociales las campañas del PNCCR para concientizar a la población sobre las medidas de prevención y control de esta enfermedad.

En este sentido, señaló que el cáncer colorrectal se puede prevenir con un estilo de vida saludable que comprenda una alimentación rica en frutas y verduras y con bajo contenido en grasas, con la práctica regular de deportes o ejercicios físicos y evitando el consumo de tabaco y la ingesta excesiva de alcohol. Además se recomienda que las personas sin antecedentes personales o familiares de CCR se realicen a partir de los 50 años -y hasta los 75 años- un test de sangre oculta de materia fecal por anual y, en caso de producirse un resultado positivo, se hagan una colonoscopía.

Más del 90 por ciento de los casos de CCR se dan en personas mayores de 50 años, mientras que el 75 por ciento se desarrollan en la población general, es decir, sin factores hereditarios que incrementan su riesgo. Un 25 por ciento de los casos se registra en personas con antecedentes propios o familiares: estos grupos de mayor riesgo deben ser controlados de manera diferencial ya que requieren exámenes periódicos.

En este sentido, desde el año pasado el PNCCR lleva adelante sendos programas piloto en las provincias de Misiones y Tucumán, dentro de una estrategia que en la primera etapa se circunscribe a las capitales provinciales para extender luego las acciones al resto de las localidades.

El cáncer colorrectal y su prevención

El cáncer colorrectal es el tumor maligno que se desarrolla en la última porción del tubo digestivo -el intestino grueso, compuesto por el colon y el recto. Se produce como consecuencia de una compleja interacción de factores hereditarios y ambientales.

En más del 80 por ciento de los casos de esta enfermedad aparece primero un pólipo (un crecimiento anormal de las células de la pared interna del intestino grueso) denominado adenoma, que puede crecer lentamente durante más de 10 años y puede, eventualmente, transformarse en un cáncer colorrectal.

Cuando ya se desarrolló el cáncer, inicialmente el tumor se localiza en la pared del intestino (fase temprana) y si no se detecta y trata a tiempo puede diseminarse hacia ganglios linfáticos u órganos vecinos o a distancia (hígado, pulmón), dando lugar a las llamadas metástasis, lo que constituye las fases avanzadas de la enfermedad.

¿Cómo prevenirlo?

Hay diferentes acciones que las personas pueden adoptar para prevenirlo, tales como consumir una dieta rica en fibras, especialmente vegetales y frutas; disminuir el consumo de carnes rojas y grasas de origen animal; ingerir productos ricos en calcio (lácteos); realizar ejercicio físico regularmente y evitar el sobrepeso; disminuir el consumo de bebidas alcohólicas y evitar el tabaco. Estas recomendaciones son de carácter general y constituyen lo que se denomina prevención primaria del cáncer de colon y recto.

A partir de los 50 y hasta los 75 años es necesario que todas las personas, aunque no tengan síntomas, se efectúen chequeos regulares para detectar y extirpar los adenomas o detectar y tratar el cáncer colorrectal en una etapa temprana. En caso de existir antecedentes familiares o personales de cáncer de colon o pólipos debe consultarse con un médico especialista debido a que puede ser necesaria la realización de exámenes a una edad más temprana.

 

Fuente: msal.gov.ar