- “A mí la presión me da dolor de cabeza”.
Si bien a ciertas personas las cifras elevadas de presión arterial les genera cefalea, es clave recordar que la inmensa mayoría de las veces la hipertensión no da síntomas y que para detectarla hay que medirla en el brazo.

- “Por suerte sangró la nariz y no más arriba”
El sangrado nasal o epistaxis no tiene conexión real con la hipertensión arterial. Pero si una persona tiene un cuadro de sangrado por la nariz, es esperable y habitual que - al tomarle la presión - la tenga alta, por la situación de stress que le genera.

- “Lo importante es tener la mínima controlada”
Hoy cambió esa idea y lo fundamental es tener controlada la presión sistólica o máxima, que produce dos tercios del riesgo de la hipertensión. También debe destacarse que en las personas jóvenes va a predominar la hipertensión diastólica o de la mínima y en los mayores la hipertensión sistólica o de la máxima.

- “ Pero…tengo 160 de máxima y 60 años: ¿no está bien: 100 más la edad?”
No. La cifra de presión máxima aceptable es hasta 140 milímetros de mercurio (o 14 como dice la gente) a cualquier edad adulta. Tener 160 conlleva un riesgo importante cardiovascular, en especial si la mínima está baja.

- “Lo peligroso es que se junten… ahí sonaste”
No hay riesgo en que se aplane la diferencia entre la máxima y la mínima. Al contrario, si esa cifra aumenta (llamada presión de pulso) es una señal de que las arterias se van poniendo rígidas. En líneas generales, podríamos decir que tiene mayor riesgo el que tiene 150/70 que el que tiene 120/90!.

- “ A mí me medicaron…. así que ahora como con sal!”
La dieta prudente y pobre en sodio es siempre conveniente, aún con presión normal. Además la respuesta de la medicación es mejor si se come con menos de 6 gramos de sal por día. El exceso de sal en las comidas (lo que trae el alimento o lo que agregamos en la preparación) generan rigidez en las arterias.

“Al final, todas las drogas dan impotencia”
No. Las drogas más modernas no sólo no alteran la circulación del territorio genital, sino que mejoran el funcionamiento del sistema capilar de los cuerpos cavernosos, que son las cavidades que – al llenarse de sangre – producen la erección. De todos modos deberá conversarse con el médico de aparecer disfunción masculina.

- “Yo tomo la pastilla si me encuentro alta la presión, sino la dejo”.
Es un error muy frecuente. El médico decide un tratamiento con fármacos en base a registros repetidos de presión y en base al perfil de riesgo cardiovascular. Y el tratamiento es diario y debe ser modificado por el médico. Otro tema crucial es no dejar el tratamiento sin causa y hablar con el médico antes de cortarlo.

- “ Todas las pastillas son iguales, mientras bajen la presión”
No. Cada medicamento tiene un tipo de acción diferente y efectos indeseables específicos. La elección del fármaco debe ser personalizada. Y también puede haber diferencias de potencia entre las diversas marcas de una misma droga.

- “Lo único importante es bajar la presión”
No. El control de la presión es importante pero se debe bajar el riesgo completo de cada ser humano. ¿Para qué sirve tener 120/80 de presión si el colesterol está muy elevado o la diabetes mal controlada?¿Alcanza con bajar la presión arterial si se sigue fumando o con altísimo stress? La prevención debe ser global.

Dr. Diego Nannini
Cardiólogo - Mat. 10236