La Fiscalía que investiga la muerte de Julieta Uriarte, la joven que falleció en su viaje de egresados a Bariloche, estableció que el deceso se produjo por una "neumopatía bilateral". Por dicho motivo se imputó a una médica de la empresa estudiantil Travel Rock.

La autopsia determinó que la adolescente de 17 años no había consumido drogas ni alcohol y que la causa de la muerte fue una neumopatía.

Según publicó La Nación, la joven había presentado un cuadro febril el martes y fue asistida por personal médico de la compañía que asiste a la empresa Travel Rock. Más tarde, se descompensó en su habitación del tercer piso del hotel Sol y luego sufrió un paro cardiorrespiratorio.

El juez Ricardo Calcagno, que caratuló la causa como “muerte dudosa”, precisó que la dolencia que ocasionó la muerte de la adolescente fue una “neumopatía bilateral” (que afectó a ambos pulmones), de acuerdo al informe del médico forense Juan Manuel Piñero Bauer, a cargo de la autopsia.

Calcagno agregó que “aún no se han recibido los informes correspondientes al estudio histopatológico y a la tomografía computada, ambos ya realizados”.

Por otra parte, Télam informó que en base a este informe, el fiscal Bernardo Campana denunció penalmente a la médica –cuyo nombre no se difundió– que atendió a la estudiante poco antes de su fallecimiento, del staff de emergencias de la empresa Travel Rock, que transportó a Uriarte y a sus compañeros en el viaje de egresados a Bariloche.

Sin embargo, la propia empresa negó a través de un comunicado que la médica tenga "vínculo alguno con Travel Rock", explicó que su servicio médico lo brinda la firma Universal Assitance y anunció que iniciará acciones legales contra la profesional.

Asimismo, la Justicia informó que investiga si la joven fallecida fue atendida por médicos días antes, debido a un malestar que podría estar asociado a la neumopatía, lo que fue denunciado por compañeros y padres acompañantes de los contingentes alojados en el Hotel Sol.

La estudiante provenía junto a un grupo de 15 compañeros de la localidad bonaerense de Adolfo Gonzáles Chávez, próxima a Bahía Blanca, donde concurría al colegio Juan Elicagaray.

El martes a la tarde los jóvenes disfrutaban de su último día del viaje de egresados, ya que tenían previsto el regreso para ayer, como finalmente sucedió, aunque más tarde de lo programado.