Tras ser suspendida por 180 días como presidenta de Brasil, Dilma Rousseff denunció por las redes sociales que fue víctima de un golpe y disolvió a su gobierno. Destituyó a todos sus ministros y asesores. Este jueves por la mañana dará una conferencia de prensa junto al vicepresidente Michel Temer que deberá asumir el mando completo del Poder Ejectutivo.

Según informó EFE, La lista de ministros destituidos la encabeza el expresidente y padrino político de la mandataria, Luiz Inácio Lula da Silva, quien llegó a ser designado titular de la cartera de la Presidencia en abril pasado, pero no llegó a asumir por una decisión del Tribunal Supremo, que suspendió su nombramiento.

Lula, a quien Rousseff pretendía llevar al Gobierno para tratar de recomponer su ya desgastada base política, no pudo asumir un ministerio debido a sus problemas con la justicia, que le investiga por diversos asuntos de alegada corrupción.

“Es golpe”

Luego de la votación, Rousseff se expresó en su muro de Facebook. Bajo el título “Es golpe”, compartió imágenes de la intervención que esta madrugada hizo ante el Senado el abogado general del Estado, José Eduardo Cardozo, quien asumió su defensa durante el proceso.

Cardozo "destacó que se está cometiendo una injusticia histórica, en la que procedimientos como el derecho a la defensa, son usados para ofrecer legitimidad a un proceso que rasga la Constitución".

Según Rousseff, Cardozo "recordó que se usan pretextos jurídicos para sacar del poder a una presidenta legítimamente elegida, en una injusticia histórica".

Las prerrogativas de Rousseff

Durante los 180 días de suspensión, Dilma tendrá derecho a usar la residencia presidencial, entre otras prerrogativas, como el salario y un equipo de seguridad.

"Durante el período (de suspensión) mantendrá las prerrogativas del cargo relativas al uso de la residencia oficial, la seguridad personal, la asistencia de salud, el transporte aéreo y terrestre, la remuneración y el equipo al servicio del Gabinete Personal de la Presidencia", según la notificación del Senado que le entregaron este jueves a Rousseff.