La presidenta Cristina Kirchner dispuso que la Administración de Programas Especiales (APE) sea absorbida por la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), perdiendo así la condición de organismo independiente que ya funcionaba desde marzo bajo la órbita del ente que dirige Korenfeld. La decisión fue comunicada mediante el decreto 1198/2012.

La APE manejaba una caja millonaria, ya que tenía a su cargo el reintegro a las obras sociales sindicales de los fondos por operaciones e intervenciones de alta complejidad. Y fue uno de los principales reclamos que Hugo Moyano hizo cuando decidió enfrentarse al Gobierno, por una supuesta deuda millonaria por sumas atrasadas.

El decreto establece que la medida fue tomada para "consolidar paulatinamente el proceso de reordenamiento que permita concretar las metas de racionalización y eficiencia en la gestión pública".

Además, argumenta que la decisión busca asegurar “un contexto de mayor control y cumplimiento de las funciones esenciales del Estado", y emplaza a la Superintendencia de Servicios de Salud a que "en el plazo de noventa días presente al Ministerio de Salud la propuesta de estructura organizativa del organismo correspondiente al primer nivel operativo".

El presidente de la Federación Médica de la provincia de Santa Fe, Natalio Cantor, dijo en diálogo con Radio 2, que "la noticia generó incertidumbre en el ambiente médico, no sólo por la renuncia del secretario general de la EPE, Alejandro María Romero, que se acepta en el decreto, sino también porque la disposición incluye la salida de 11 gerentes y subgerentes que cumplían funciones con anteriores gestiones".

En forma paralela a la disposición sobre la APE, el Gobierno también dispuso cambios en la cúpula de la SSS, que dirige Liliana Korenfeld.